Resultaría difícil exagerar la importancia histórica de los eventos del martes en el mercado de bonos. Tras el recorte de emergencia de la Reserva Federal a las tasas a un día, el rendimiento del bono Tesoro a 10 años -en general la tasa de referencia teórica “libre de riesgo” para las transacciones financieras en todo el mundo- cayó por debajo del 1%.
Según el trabajo histórico de Robert Shiller, el economista ganador del Premio Nobel de la Universidad de Yale que ha reconstruido las tasas de interés a 10 años disponibles en Estados Unidos desde 1871, nunca antes había caído a un nivel tan bajo. Muchos acontecimientos trascendentales han sacudido Estados Unidos desde la presidencia de Ulysses S. Grant, pero ninguno de ellos fue suficiente para reducir el dinero a largo plazo a niveles tan baratos.
La decisión para un recorte de emergencia no fue bien recibida y parece haber sido interpretada por los mercados como una medida de desesperación. La historia no sirve de mucha referencia, pero los recortes de emergencia en la historia reciente han estado seguidos por condiciones extremas en los mercados de capitales.
Cuando la Reserva Federal de Alan Greenspan acometió un recorte de emergencia en octubre de 1998, en un intento por revivir los mercados de renta fija después del colapso del fondo de inversión libre Long-Term Capital Management, el S&P 500 ganó un 50% en los próximos 18 meses. Ese recorte ha sido muy criticado y se considera un error que propició la última fase extrema de la burbuja puntocom. Por otra parte, el corte de emergencia en enero de 2008, a medida que la escala de la crisis financiera mundial comenzaba a hacerse evidente, hizo poco o nada para mejorar la situación. La crisis sucedió igualmente y las bolsas cayeron un 50% antes de recuperarse.
Las primeras señales del último recorte de emergencia no son prometedoras. La política monetaria no puede ayudar directamente con un problema de salud pública. La intención era mitigar las presiones financieras que pudiesen hacer que el efecto económico del coronavirus fuera más severo. La caída posterior en los mercados bursátiles sugiere que estas presiones aún no se han mitigado.
El índice de condiciones financieras de Bloomberg, que agrega nueve lecturas separadas, cayó durante la jornada del martes, después de un repunte el lunes. Ahora está de vuelta al mínimo al que se desplomó durante el pánico de la ola de ventas del mercado de valores en la Nochebuena de 2018. El objetivo habría sido facilitar una mejora notable en las condiciones.
En el índice, las cifras por debajo de cero muestran condiciones ajustadas, mientras que los números positivos muestran condiciones expansivas.
No obstante, el recorte de emergencia alivió mucha presión alcista sobre el dólar, llevando la diferencia entre el bono del Tesoro y los rendimientos de los bonos alemanes a niveles no vistos desde el verano de 2016. Esto facilitó un fuerte debilitamiento continuado del dólar, en consonancia con los deseos de la Administración estadounidense. También intensificó la impresión de que las condiciones financieras de Estados Unidos están convergiendo con las de Japón y la zona euro, donde los rendimientos bajos o negativos han sido la norma por un tiempo.