En cuestión de semanas, los inversionistas liquidaron posiciones en activos refugio para adoptar una estrategia marcada por la búsqueda de rendimientos en los mercados más castigados por la pandemia. La actual rotación de capitales también se hizo sentir en Chile, a pesar de los riesgos políticos que se encaminan.
Noviembre fue un positivo mes para el mercado local, con la Bolsa De Santiago marcando su segundo mejor desempeño del año (alza de 13,9%) y el desempeño del ETF iShares MSCI Chile reforzando el mayor apetito por activos locales. (Ver gráfico)
El fondo que agrupa a las compañías que integran el IPSA y que transa en Estados Unidos, registró un total de US$41,2 millones en flujos netos durante noviembre, el segundo nivel más alto del año.
Ambos hitos reflejan el apetito por mercados que se benefician de una reapertura de la economía global, y en el caso de Chile, la ventaja radica en la ya consolidada recuperación de China.
Al panorama internacional se suma el fuerte castigo con el que opera el IPSA, pues el mercado local enfrentó la pandemia con una notoria desventaja ante el golpe que implicó el estallido social de octubre pasado.
Por ende, en un escenario de apetito por el riesgo, de expectativas de una reapertura de la economía y una pronta vacuna contra el coronavirus, parece ser que los inversionistas encontraron los fundamentos por apostar por mercados rezagados.
El mayor ingreso de flujos se produjo en julio con un total de US$49 millones, mientras que la fuga de capitales se registró en marzo con salidas por US$54 millones.
En lo que va del año, el IPSA acumula un desplome de 10,3% en moneda local y se encamina a marcar su peor año desde 2013.