Sorprendido como todos quedó John Fath, gerente socio de BTG Pactual, con el ataque al Capitolio de esta semana. Sin embargo, como el mercado, es capas de ver el vaso medio lleno, apuntando a que este hecho, considerado aislado, puede llevar a que Washington busque la unidad, dejando atrás los extremos de derecha e izquierda.
Desde Nueva York también señaló estar sorprendido por la celebración de Wall Street frente al resultado del desempate del senado en Georgia. Sin embargo, cree que el mercado tiene razón y que con un congreso dominado por los demócratas es fácil esperar un pronto estímulo fiscal adicional, para una economía que padecerá por un largo tiempo las secuelas del coronavirus.
¿Qué impresión le dejó el ataque al Capitolio y que le parece la prácticamente nula reacción del mercado frente a los hechos?
-Es una situación muy vergonzosa para Estados Unidos y es terrible ver cuán mala era la seguridad del Capitolio. Esta fue una protesta planificada por meses.
En el mercado situaciones como está en el pasado causaban aversión al riesgo, es decir, había algún tipo de corrección en las acciones, un rally en el rendimiento (del bono del Tesoro), pero no vimos eso ayer. En parte se debe a que el mercado cree que este fue un evento de una sola vez.
En ambos partidos hay conciencia de que hay una gran división. Lo vimos bajo la administración de Trump y en algún grado, también bajo la de Obama. Los hechos de ayer llevan el problema a la primera línea de preocupaciones de nuestros legisladores, haciendo ver que lo mejor para el país es encontrar terrenos comunes.
Eso es algo que no habíamos visto hace mucho tiempo, por ejemplo, la legislación sobre seguros de salud fue aprobada por un solo voto y eso verdaderamente enojó a muchas personas.
Si Biden enfrenta de manera inteligente su administración, va a notar que por el mejor interés de este país es pertinente trabajar junto a los dos partidos y francamente, quizá es dejar a los extremos de izquierda y derecha. Creo que es ese tipo de cosas las que puede estar viendo el mercado.
El mercado celebró en noviembre un congreso dividido y esta semana volvió a celebrar el desempate del senado en Georgia que finalmente dio con una ola azul. ¿Cómo se entiende?
-La verdad es que la reacción de esta semana me sorprendió, porque pensé que al mercado le parecía mejor la opción de un 49-51 en el senado, más que un 50-50. Por otro lado, los mercados están en lo correcto. La opción de un estímulo más grande en los próximos dos meses ha crecido y la economía recibirá un mejor impulso de lo que la gente pensaba inicialmente.
Además, aunque los demócratas van a tener una mayoría, con el desempate a cargo de Kamala Harris (futura vicepresidenta), es difícil que algo muy radical consiga ser aprobado, como un gran proyecto de energía verde. Eso porque pueden encontrar a algunos moderados en el partido demócrata.
¿Entonces para los mercados el segundo paquete de estímulos no fue suficiente?
-Más bien tiene que ver con que es muy difícil comprender los efectos del Covid, no solo desde la evidente perspectiva de salud, sino que también desde el punto de vista financiero.
Por ejemplo, no sabemos qué va a pasar con la nueva cepa y su efecto en la economía. Ahora vemos lo que está pasando en Londres, donde hace dos meses atrás veíamos que avanzaba en su recuperación, pero ahora lidian con la nueva cepa y han tenido que volver a las cuarentenas.
Acá en Estados Unidos lo que nos preocupan los potenciales cierres de ciudades como California, que si llegará a confinarse, lo que tiene una alta probabilidad, tendría un efecto desestabilizador de la economía, al menos durante el primer trimestre.
Son esas las razones por las cuales las personas creen que quizá necesitamos incrementar el tamaño del estímulo. Además, hay que tener en mente que muchas de las industrias que se han visto afectadas les tomará un largo tiempo recuperarse.
Ejemplo de eso es que el desempleo de Estados unidos está en este momento en 6,7%. Sin embargo, sólo en Nueva York es de 12%. Esos cientos de personas desempleadas trabajaban en hoteles, restaurantes... Va a tomar bastante para que esos negocios se recuperen.
¿Entonces el optimismo en torno a la vacuna fue excesivo? ¿Puede haber más cisnes negros con el coronavirus?
-Todos podemos ver que esta vacuna llegó muy rápido en comparación a otras. Eso conlleva un riesgo, pero al que se está dispuesto. Para el gobierno es preferible ese riesgo dado que en el país están muriendo 3.500 personas al día, es decir, más de la gente que murió el 11 de septiembre de 2001.
La otra preocupación es que va a haber un porcentaje de la población que se negará a vacunarse. Pero lo que más me preocupa , que es algo que no se escucha mucho particularmente en los mercados, son los efectos posteriores en la sociedad, con personas afectadas tanto en su situación financiera como mental. Me parece que cosas que hemos visto, como las protestas del movimiento “Black Lives Matter” o los eventos de esta semana en el capitolio, en parte son efecto del confinamiento al que las personas se tuvieron que someter. Esto ha sido muy duro para la sociedad.
Después del éxito de la vacuna, nos vamos a enfrentar a ese tipo de problemas. Vamos a ver a un porcentaje de la población caer en la pobreza, otro que sufra de enfermedades mentales o de adicciones. Por ejemplo, las ventas de alcohol en Estados Unidos han aumentado 35% anualmente. Claramente la gente está bebiendo más.
¿Qué role tendrá la Reserva Federal en esta etapa?
-Con todos los recursos de la política monetaria en posición, creo que la tarea más grande viene por el lado fiscal. Por ejemplo, aumentando el tamaño de los beneficios, podría ser positivo para mantener a la economía en pie.
¿Qué le parece la llegada de Janet Yellen a la secretaría del Tesoro para esa tarea?
-Ella tiene años de experiencia, trabajando en el gobierno federal y también en la Fed. Eso es algo positivo, porque va a tener una muy buena relación con Jerome Powell (presidente de la Fed), lo que facilitará la coordinación.
Además, ella en economía es experta en el mercado laboral. Entonces va a estar muy enfocada en poner a la gente de vuelta a trabajar. El trabajo entre el Tesoro y la Fed es fundamental para aquello.
¿Cómo espera que se maneje en la negociación política en el Congreso?
-Lo que juega a favor de Janet Yellen es que ella tuvo que relacionarse con numerosos congresistas demócratas y republicanos, como parte de su trabajo en la Reserva Federal. Además, todos están familiarizados con ella, así que en las reuniones no tendrá que presentarse. Todos saben quién es.
Por otra parte, Yellen es pragmática. Entonces, por más que se piense que los demócratas van a comenzar a gastar, ella sabe perfectamente que en cierto punto el crecimiento del déficit de Estados Unidos sería muy perjudicial para la economía y particularmente, para el dólar.
¿En ese contexto es esperable que este año continúe el rally en los mercados?
-Aunque los mercados tienden a corregirse, es innegable que se estará en un escenario más predecible sin las acciones de Donald Trump. Lo que ahora mismo se está incorporando es una reflación, donde los commodities van a andar mejor, así como pequeños capitales, bancos...
Entonces, sí vemos algún tipo de corrección, particularmente en sector tecnológico, dónde es difícil entender lógicamente su valoración a estos niveles. Además, hay que tener presente que hay consenso entre demócratas y republicanos sobre legislar acerca de las grandes tecnológicas. Eso realmente no está incorporado en los precios actuales.