Una recesión peor a la observada durante crisis financiera del 2008 es lo que proyecta el Head de estrategia de Bank of America para LatAm, Claudio Irigoyen. Desde Nueva York, plantea que su mayor preocupación radica en las economías de la región, pues a su juicio, las elevadas cifras de informalidad laboral suponen una amenza para frenar el brote de coronavirus. Respecto a Chile, es optimista ante la capacidad del país para llevar a cabo políticas fiscales de mayor magnitud frente a sus pares de la región.

¿Cuál es su visión respecto a la situación actual?

Esto va a tardar en normalizarse. Independiente del momento en que Europa y Estados Unidos se estabilicen, la situación va a tardar en volver a la normalidad porque la gente seguirá asustada. Esto va tener muchos cambios permanentes en los hábitos de consumo, las personas se acostumbrarán a hacer las compras de forma online y se podría mantener la comunicación vía teleconferencias. Si la productividad no cae fuerte, las compañías se cuestionarán si se justifica tener a mucha gente trabajando en las oficinas. Se van a replantear muchos patrones de consumo y de producción. Por otro lado, para América Latina en particular, la capacidad de hacer política fiscales y programas de ayudas es mucho más limitada y la región no puede mantener la economía cerrada durante dos o tres meses, como quizás podría hacerlo EEUU, o incluso Europa. Va costar un montón de recursos, pero no terminaría en un caos social como podría pasar en la región. Esto, ya que la mayoría de los países de LatAm tienen 40% o 50% de la población económica trabajando en la informalidad. En algún momento esa gente saldrá a trabajar de igual forma.

¿Cuáles son las proyecciones de crecimiento de BofA para 2020?

Vemos una contracción de 6% para Estados Unidos este año, de 7,6% en Europa, y China creciendo 1,2%. Con esos pronósticos, para LatAm vemos una contracción de 4,4%. Vemos una contracción muy fuerte en el segundo trimestre, después viendo alguna recuperación en el 3T y 4T, pero no vemos una recuperación de V, sino que nos vemos más en forma de U. Esto corresponde a una contracción muy fuerte que tarda más en recuperarse.

¿Es una recesión peor a la observada en la crisis del 2008?

Yo creo que es peor que la del 2008 por qué es un shock de oferta que también se transforma en un shock de demanda. La capacidad de producción se está destruyendo porque la gente no puede ir a trabajar, en ese sentido, es peor a lo ocurrido durante la crisis financiera. Sin embargo, quizás es más transitoria y la recuperación puede ser un poco más rápida. El mercado financiero definitivamente es más sólido que 10 años atrás, los bancos centrales de todo el mundo saben que si hay que inyectar liquidez. El problema es tener la economía paralizada, eso es mucho más complicado de solucionar.

¿Cuál es su diagnóstico sobre Chile?

Chile tiene espacio para hacer política fiscal y su programa es bastante fuerte, a lo que se suma la caída del precio del petróleo, que permite alivianar el impacto por la caída del cobre. Sobre la situación tras la crisis social, creo que el brote de coronavirus ayuda, temporalmente, al gobierno del Presidente Sebastián Piñera, ya que en situaciones como la actual, el país necesita que el gobernante muestre liderazgo, y quizás, los resultados del plebiscito no sean tan extremos como uno hubiese pensado en enero. El Presidente Piñera venía con una popularidad muy baja, entonces no tenía mucho que perder, y creo que esto puede terminar fortaleciendo al gobierno. En ese sentido, se podría ser algo más optimista, pero si necesita tener la economía cerrada durante tres meses, no creo que la población aguante.

¿Cómo ve el ánimo de los inversionistas respecto a Chile?

Yo creo que en estos momentos los inversionistas están haciendo un poco de control de daños y no ven a Chile como un país donde está todo por explotar. Los inversionistas ven con mucha desconfianza a México por la manera en la que el Presidente ha manejado la crisis, también se le está prestando mucha atención a Brasil porque el gobierno ahora está perdiendo mucha popularidad. En este sentido, Chile no se ve de los países más vulnerables, lo veían vulnerable en diciembre o en enero, cuando la principal preocupación era lo que podría pasar con el plebiscito. Ahora se le ve un poco más resiliente pero todos los países de la región están vulnerables. La pregunta es cómo chile maneja su transición, si la puede manejar de manera más o menos ordenada, yo creo que los inversionistas estarían con mayor apetito a volcar riesgo a Chile frente al ánimo de diciembre y enero.

En medio de los temores por los flujos de caja de las compañías ¿Cree que las empresas chilenas puedan recurrir al mercado financiero para refinanciar deudas?

Yo creo que por el momento el mercado va a estar cerrado para todos. Hay que esperar un poco, pienso que la manera de manejar la emergencia es tratar de usar el sistema financiero, recurrir a los bancos para poder refinanciar. En el mediano plazo, creo que hay que esperar un poco a que se normalice todo. No creo que Chile tenga problemas. Si las compañías pueden manejar el acceso a la liquidez a través de los bancos, en los próximos dos meses podrían estar en mejores condiciones de conseguir financiamiento atractivo.

En la situación actual ¿Cuál es su recomendación de inversión?

Depende mucho del horizonte de inversión. En el corto plazo hay que mantenerse en activos seguros, bonos antes que acciones, deuda de compañías con grado de inversión y deuda soberana. Rinde poco, pero en corto plazo, la volatilidad se mantendrá muy alta en el mercado de divisas y de acciones. Con un horizonte de inversión de 1 o 2 años, es un buen momento para empezar a comprar ciertas compañías que creo que han sido sobre castigadas, creo que va a haber más oportunidades en el mediano plazo en acciones. Estoy de acuerdo con el hecho de que las acciones están cayendo más allá de sus fundamentales, pero creo que pueden caer más. Quizás es buen momento para empezar a comprar, por ejemplo, 10 ahora, si sigue cayendo sumas 10 más, y así. Con foco en el largo plazo, se puede empezar a armar una posición, entendiendo que de aquí a uno año o 2 años, el premio al riesgo debería reducirse. Sí puede haber destrucción permanente de utilidades, pero quizás el mercado está sobre reaccionando.