El escenario para los inversionistas locales se torna cada vez más complejo, ya no solo deben lidiar con la incertidumbre política, sino también con la amenaza económica del brote de coronavirus.

Con ambos focos de riesgo, el mercado local ya siente los impactos del clima de aversión al riesgo, donde la fuga de capitales ha sido la tónica en las últimas dos semanas.

Prueba de ello es el ajuste que han sufrido los rendimiento de los bonos corporativos locales, que si bien se mantienen en niveles bajos, la salida de flujos desde el mercado local elevó los tasas en la mayoría de los plazos.

Luego de un extenso periodo de caídas en las tasas de interés, la tendencia tomó un giro el viernes pasado. En la jornada, los spreads de duración dos años se elevaron desde 70 puntos base a 100 puntos base, mientras que los bonos con plazo a seis años, el diferencial pasó de 65 puntos base hasta 100 puntos base.

“Tiene que ver con el fly-to-quality (apetito por activos refugio) desde la renta variable a la renta fija internacional con grado de inversión. En la medida que los flujos sigan saliendo de Chile, con el mejor indicador que es el tipo de cambio, seguiremos observando los ajustes de los últimos días”, explica el gerente de renta fija en MBI Inversiones AGF, Guillermo Kautz.

El impacto por el retiro de capitales desde el mercado local se observa desde el 13 de febrero. Según el CEMBI, índice de JP Morgan que agrupa los rendimientos de los bonos corporativos chilenos, el spread se elevó desde 213 puntos base hasta 230 puntos base. El mayor ajuste se registró este lunes, ya que el diferencial cerró la jornada con un aumento 9 puntos base. (Ver gráfico)

Kautz explica que la aversión al riesgo de los inversionistas responde a los temores por el impacto del coronavirus, además del incierto escenario previo al plebiscito para una nueva Constitución.

“Es la suma de todo, pero principalmente por la dinámica en Chile, el tema coronavirus es la guinda de la torta. Se pensaba que a pesar de que la economía local iba a estar deprimida en 2020, la esperanza estaba en que si el mundo crece y las materias primas también, podría impulsar la actividad local. Ahora, con el corona virus y el impacto en el crecimiento de China, el mercado tiende a interpretar que esa "ayuda" desde afuera podría no llegar”, afirma Kautz.

Giro de capitales

“Veo que los flujos se han ido a dos activos. El dólar, donde los inversionistas podría optar por mantenerlos o bien para salir de Chile, y en segundo lugar, depósitos a plazo y money market. Esto, como una estrategia para cubrirse de los riesgos en el corto plazo, a pesar de los bajos retornos”, agrega Kautz.

La última semana de enero, la creación de cuotas en los fondos de deuda con plazo inferior a 90 días retrocedió 1%. Dicha tendencia se revirtió a partir del lunes 3 de febrero, y desde esa fecha, la creación de cuota acumula alza de 5%.

“Es probable que los inversionistas estén tomando posiciones en Money Market porque se acerca marzo. La estrategia de ir a fondos de más corto plazo o Money Market apunta a la liquidez que entregan estos activos, en casos donde el riesgo se eleva”, explica la economista de Euroamerica, Martina Ogaz.

El desempeño del tipo de cambio refleja la salida de inversionistas extranjeros del mercado local. El dólar cerró la jornada de ayer en $811 y se ha mantenido sobre la barrera de los $800 desde el miércoles pasado.

Los niveles están en línea con las apuestas de extranjeros contra el peso chileno. La medición del jueves pasado encendió las alarmas, pues se observó una salida neta de US$753 millones del mercado local, monto que no se veía desde el 20 de diciembre.

En lo que va del año, los inversionistas externos han retirado capitales por US$4.100 millones, lo que impacta en la oferta de dólares en la economía local, y en consecuencia, presiona al tipo de cambio al alza.