Para aquellos que se imaginan al operador cotidiano de 2020 como un adulto joven equipado con un teléfono inteligente y algo de efectivo, esas sospechas pueden ser correctas. Un estudio muestra que los menores de 34 años han aumentado sus operaciones durante la pandemia a un ritmo mucho más alto que el de la población en general.
Más de la mitad de los inversionistas de la Generación Z y mileniales dijeron que han estado operando con más frecuencia desde que comenzó la pandemia de covid-19, en comparación con solo un aumento de 30% para la población general, según una encuesta trimestral realizada a principios de julio y publicada por E*Trade Financial Corp. el miércoles. Al mismo tiempo, el 46% de los inversores más jóvenes dijeron que han negociado derivados con más frecuencia, el doble de la tasa promedio.
“El acceso al mercado nunca ha sido tan fácil”, dijo Chris Larkin, director gerente de productos de operación y de inversión en E*Trade. El estudio incluyó a 873 inversores autodirigidos que tienen al menos US$10.000 en una cuenta de corretaje en línea.
Los inversores minoristas se han convertido en una fuerza innegable este año, impulsados a negociar acciones por las tarifas cero y el aburrimiento, ya que no tienen mucho más que hacer durante la pandemia. Los inversores individuales ahora representan el 20% de la negociación de acciones, según un análisis de Larry Tabb, de Bloomberg Intelligence, lo que los convierte en el segundo grupo de inversores más grande del mercado.
La influencia que tienen estos pequeños alevines en los precios de los valores es discutible, pero Wall Street ha sido cautivado por la naturaleza extravagante de algunas de sus operaciones más prominentes y atrevidas, desde aerolíneas y cruceros afectados duramente por el covid-19 hasta la bancarrota de acciones que incluyen a Hertz Global Holdings Inc.
Según la encuesta de E*Trade, el 51% de los encuestados de la Generación Z y mileniales dijeron que su tolerancia al riesgo ha aumentado desde el brote de coronavirus, en comparación con el 28% de la población total. Las generaciones más jóvenes también han estado invirtiendo efectivo en nuevas operaciones a una tasa que es casi el doble de la base de inversión más amplia.