Mientras las AFP avanzan a paso firme en la entrega del segundo retiro del 10% de los fondos de pensiones, los afiliados analizan qué hacer con el nuevo capital disponible. Para quienes opten por rentabilizar sus ahorros, el primer factor a considerar es el pago de impuestos, pues ahora los cotizantes que ganen desde $1,5 millones al mes deberán tributar por su retiro.

“Un tema importante con el segundo 10% es el tema impositivo. Dado que afectará el Global Complementario, el retorno de la inversión debiese ser mayor, al menos, que el impuesto que la persona deberá pagar por el retiro”, dice el socio de Finanzas Corporativas de la consultora BDO, Emilio Venegas. De no ser así, advierte que retirar el 10% de las AFP no resulta conveniente.

De hecho, a modo de referencia, Claudio Bustos, de Bustos Tax & Legal, explica que “las personas con renta de poco más de un millón y medio, y que retiren el mínimo, que son 35 UF, van a pagar poco más de $70 mil de impuestos. Las personas con esa misma renta que retiren el máximo, pagarán poco más de $100 mil, y en la medida que la renta de la persona sea más alta, va a ir pagando más impuestos”.

Ignacio Gepp, abogado de la Universidad de Chile, se inclina por mantener el objetivo de los fondos previsionales, que son para la jubilación. “Una forma de reducir la carga tributaria sería con el Ahorro Previsional Voluntario (APV) (...) Permitirá tener ahorros para tu jubilación y que al final el retiro sea neutro”.

Con lo anterior en mente, el afiliado deberá definir el plazo de la inversión y la tolerancia al riesgo que quiera asumir antes de cualquier decisión.

“Para las personas que quieran realizar el segundo retiro sin tener la urgencia de su uso, nuestra sugerencia es invertirlo en un APV y, de esta manera, compensar la baja del saldo en cotizaciones obligatorias y mantener el propósito inicial para el cual fueron destinados estos ahorros. Creemos que el ahorro para la vejez es de suma importancia y que el efecto que tienen estas salidas en la pensión final es muy relevante, sobre todo en el caso de los más jóvenes”, dice el director de Inversiones de Santander Asset Management, Diego Ceballos.

Vivienda para renta

Sergio Tricio, gerente general de Ruvix, recomienda que el capital retirado mantenga su objetivo inicial: ahorros para la jubilación.

“Desde esa perspectiva, lo más importante es que se hagan inversiones a largo plazo e idealmente sean poco líquidas, para no tener que tocar ese dinero por el mayor tiempo posible. En ese sentido, pensar en una propiedad como inversión puede ser una buena opción”, dice Tricio.

Respecto al mercado inmobiliario, Venegas, de BDO, considera atractivo invertir en una vivienda para renta. “Con una visión de largo plazo, la compra de una vivienda para renta es una buena opción (...) Los activos inmobiliarios son capaces de entregar rentabilidades relativamente estables y de largo plazo. Muy importante es aprovechar potenciales beneficios entregados por los gestores inmobiliarios al momento de promesar una propiedad, ya que es ideal tratar de maximizar el 10% en el pie de la propiedad”, agrega Venegas.

Precios a la baja

A pesar de la reapertura gradual de la economía, la mejora en las expectativas y la demanda que generó el primer retiro del 10% de las AFP, Teodosio Cayo de Arenas&Cayo indica que los valores de venta de bienes raíces habitacionales siguen a la baja y aún existen posibilidades para negociar.

Según indica Cayo, el segundo retiro de los fondos de pensiones podría ser una oportunidad para invertir en una vivienda propia, ante las facilidades de pago que la industria inmobiliaria sigue otorgando.

“Hoy las personas que tienen actividades que se han comportado muy bien en pandemia y que lo podemos ejemplificar en industrias como salud, minería, supermercados, funcionarios públicos, entre otros. Además cotizantes que lograron reactivar sus sus negocios, ven en esta opción de retiro una oportunidad de dinero fresco para invertir en bienes tangibles, que históricamente han generado rentabilidades positivas, como los bienes raíces habitacionales. Lo anterior le permitiría a personas, incluso de recursos mas limitados, dar un pie y aprovechar tasas bajas para lograr la vivienda propia. Esto, en un escenario donde los valores de venta siguen a la baja y son negociables, o al menos hay posibilidades de pago en cuotas que no existen en escenarios de alta demanda”, detalla Cayo.

Retornos a corto plazo

En el caso de buscar rentabilizar el 10% retirado en el corto plazo, Venegas indica que los instrumentos que ofrecen Fintech y los fondos de capital de trabajo, resultan ser una buena opción. Para un horizonte de mediano plazo, recomienda invertir en fondos mutuos. Respecto al mercado de acciones, agrega que la mejora en las perspectivas económicas respalda una mayor recuperación de la Bolsa de Santiago.

“Probablemente los activos más riesgosos como acciones, seguirán con un desempeño positivo (…) Pensando en que el 10% tendrá un impacto más positivo en retail, turismo y consumo, serían las industrias a tomar en cuenta en caso de querer invertir en la bolsa”, explica Venegas.