Sólo el 1,3% del total de la base de accionistas de las compañías abiertas a bolsa participaron en las juntas de accionistas de este año, con una asistencia promedio de 19 asistentes entre accionistas y apoderados.

Esa es una de las principales conclusiones del último informe de participación de juntas de accionistas, elaborado por el Depósito Central de Valores (DCV), el cual tomó una muestra de las empresas que componen el Índice de Precio Selectivo de Acciones (SP IPSA) y cuyos registros de accionistas son administrados por DCV Registros, empresa filial del Depósito Central de Valores (DCV).

En total de las 30 sociedades SP IPSA, 22 llevan sus registros de accionistas con DCV Registros, es decir, 73,3%. Y de las 22 sociedades administradas por DCV R, 15 realizaron sus juntas de accionistas con esta entidad.

Claudio Garín, gerente de operaciones y servicios del DCV, explica que, dada la estructura de propiedad de la mayoría de las sociedades anónimas abiertas locales, un número reducido de inversionistas concentra un porcentaje significativo de las acciones de una empresa. Es así como, en la mayoría de los casos, los quorum de asistencia superan el 80%.

“Durante 2020, de las empresas de la muestra se registró un quorum promedio de asistencia de un 89,3%, porcentaje similar al período 2019″, dice el reporte.

Remotas

Respecto al número de accionistas de las empresas analizadas (15 empresas IPSA), existe una diversidad importante en la muestra: desde firmas con menos de 300 hasta algunas que superan los 22 mil. En promedio, el número total de accionistas es de 5.612 personas naturales o jurídicas.

Adicionalmente, el informe detalla que durante abril de 2020, DCV Registros realizó 124 juntas, de las cuales 52 se realizaron de forma totalmente remota con software provisto por el DCV.

Claudio Garín comenta que entre las ventajas que existen de realizar juntas remotas está que permite a los accionistas poder asistir y votar en varias juntas desde sus oficinas, sin la necesidad de trasladarse; la eventual participación a los accionistas distantes del lugar físico del evento; a los representantes de accionistas extranjeros participar a distancia y cubrir más de una junta a la vez, entre otros.

Mientras que, en cuanto a sus desventajas están que se pierde el contacto cara a cara (aun cuando existe una transmisión en línea del evento que realiza el Emisor); dificulta la participación de ciertos segmentos de accionistas; se complejiza la participación en cuanto a derecho a voz y la dependencia de contar con una buena conexión a internet.

Según el informe, por los pagos de dividendos realizados por DCV en marzo, abril y mayo, este sólo evento inyecta a la economía un monto cercano a los $ 2,7 billones, es decir unos US$ 3.500 millones.