La recuperación de los activos financieros parece ignorar los impactos del coronavirus y las medidas de confinamientos para la economía global. Esto, ya que las estimaciones destacan que la actividad tardará tiempo en volver a los niveles previos a la crisis.

En esa línea, Julius Baer calcula que las empresas podrían ver caídas en sus utilidades de entre 20% y 30% en el tercer trimestre y la recuperación podría demorar 10 años.

En su reporte “Guía de Inversiones para el tercer trimestre”, el banco privado indica que las condiciones actuales justifica aumentar exposición hacia fondos de cobertura y de capital privado, lo cual permite incorporar riesgos en los portafolios.

Precaución con hacer caja

Si bien las proyecciones de Julius Baer parecen poco optimistas, el reporte advierte sobre los riesgos que implica la estrategia de aumentar los niveles de efectivo.

“Mantener una cierta cantidad de efectivo a un lado para un día lluvioso puede ser una estrategia razonable. Sin embargo, tener un exceso de efectivo puede tener un costo bastante alto con el tiempo”, explica el banco.

El reporte de Julius Baer explica que el aumento en los niveles de caja impide diversificar los portafolios, además de resaltar que la estrategia no entrega retornos.

“Sin rendimiento en efectivo: la mayor parte del efectivo en Europa no ha estado dando rendimiento durante algún tiempo y lo mismo ocurre con el efectivo en USD ahora”, indica Julius Baer.

Las apuestas

Para equilibrar los portafolios, Julius Baer comenta que luego del desplome en los precios de los activos financieros, la prima de riesgo ha ido al alza.

En los 10 años en que tardará las ganancias corporativas en volver a los niveles previos a la crisis, Julius Baer indica que las acciones globales rentarían 1% cada año considerando los niveles anticipados en 2019. En tanto, el banco privado estima que los bonos del Tesoro de EEUU pierdan 1% en el mismo periodo.

“Esto nos ha llevado a agregar un 2% a nuestra prima de riesgo anual esperada (...) hemos aumentado nuestras expectativas para otros activos de riesgo, incluidos los fondos de cobertura y el capital privado”, se lee en el reporte.

El universo de hedge funds y private equity parece atractivo para Julius Baer pues sirven de complemento para una cartera diversificada, permite exposición a compañías con posibilidades de crecimiento y no cuentan con exposición a la volatilidad de los mercados públicos.

“No es una cuestión en blanco y negro de “ser o no ser ilíquido” (...) Quizás se deberían considerar tanto las inversiones líquidas como las ilíquidas. Las inversiones en el mercado privado pueden complementar las carteras tradicionales proporcionando exposición a empresas nuevas y en crecimiento, desarrollos tecnológicos y, en momentos de dificultad, activos que no están disponibles en los mercados públicos”, concluye el reporte.