Pese a que las principales bolsas de América Latina, exceptuando la de Chile, han tenido desempeños positivos durante el primer semestre de 2019, esto no ayudó a la actividad de Ofertas Públicas Iniciales (IPO, por su sigla en inglés) de acciones.

Por el contrario, las aperturas en Bolsa en la región anotaron su peor primera mitad desde 2014. Así lo revela una investigación de la firma global de servicios legales, Baker McKenzie.

Durante los primeros seis meses del presente año, en Latinoamérica se realizaron apenas dos IPO por US$243 millones, lo que representa una disminución de 95% frente al monto por US$4.694 millones que recaudaron siete empresas que se abrieron al mercado. Una de las aperturas fue la que concretó Inmobiliaria Manquehue en la Bolsa de Santiago en enero, donde recaudó casi US$70 millones, y otra la hizo el Grupo SBF SA en la Bolsa B3 de Sao Paulo en marzo, donde levantó capitales por US$173 millones.

De todos modos, esta muestra no considera la esperada apertura que concretará este viernes Cencosud Shopping en la Bolsa de Santiago, donde espera recaudar entre cerca de US$1.000 millones y US$1.150 millones.

A su vez, la única apertura de una empresa latina fuera de la región fue la que realizó la colombiana Andina Acquisition en el Nasdad, en Estados Unidos, recaudando US$100 millones.

"La actividad generalmente es impulsada por México, Brasil y Argentina, pero vemos que los problemas políticos y los escándalos han tenido un efecto considerable en estos países, al tiempo que la economía argentina continúa contrayéndose", explica Pablo Berckholtz, líder del área de Mercado de Capitales para América Latina de Baker McKenzie.

Según el informe, esto se refleja en que durante el primer semestre del año pasado Brasil y México registraron las siete IPO de la región, pero el efecto de los escándalos políticos en el primero y el nuevo liderazgo de izquierda en el segundo terminaron afectándolos en lo que va de 2019.

Sin embargo, añade Berckholtz, "estamos comenzando a ver progreso en otras naciones, como Chile, por ejemplo, donde el gobierno está realizando esfuerzos concertados para impulsar su desarrollo económico, pese a su propia inestabilidad política".

Menor actividad mundial

La caída de las IPO en América Latina se dio dentro de una tendencia global. Lo anterior, de acuerdo al informe de la firma global de servicios legales, porque en el primer semestre de este año se concretaron 514 operaciones por US$69,8 mil millones, lo que representa una caída de 37% en cuanto al valor total y de 34% en número de transacciones frente a igual lapso de 2018.

Al mismo tiempo, corresponde a la cifra más baja desde la primera mitad de 2016.

Entre los factores que contribuyeron a este escenario, consigna el informe, se encuentran el cierre del gobierno federal de Estados Unidos, la guerra comercial entre ese país y China, los efectos del Brexit y la reducción de las denominadas mega IPO.

En ese sentido, Koen Vanhaerents, líder global del grupo de Mercado de Capitales de Baker McKenzie, complementa que "hubo problemas políticos importantes que amenazaron la actividad, junto con un cambio en la confianza de los inversionistas para asumir riesgos, especialmente entre las empresas sin ingresos previos".

De todos modos, matiza que, "si bien la actividad global experimentó fuertes caídas, esto quizás está ligeramente sesgado cuando se compara con el rendimiento estelar observado en el mismo período en 2018. Con una fuerte lista de ofertas en espera, el 2019 promete un rendimiento general mucho más próspero".

En paralelo, las denominadas aperturas en Bolsa transfronterizas, es decir, de empresas de un país que se abren en mercados de otros países e incluso otros continentes, también mostraron un mal desempeño.

El informe de la firma consigna que se efectuaron 85 operaciones de este tipo en el mundo por un monto total de US$11,3 mil millones, lo que equivale a un retroceso de 55% en el valor y de 16% en el volumen.

Gran parte de esta variación se debe a la caída en el capital recaudado por los emisores chinos. Y a pesar de que las operaciones de las empresas del gigante asiático se redujeron en valor un 62% hasta US$8,8 mil millones, siguen siendo las más activas en aperturas transfronterizas a nivel global.