El debate en torno al retiro de un 10% de los fondos de pensiones mantiene en alerta al mercado. Si bien el principal riesgo es el deterioro en los ahorros de los trabajadores, los efectos en el dólar y en los precios de los activos financiaros preocupa a los expertos.
Y es que de los $ 160.032.875 millones que administran las gestoras, un 6,1% está invertido en acciones locales, un 51,2% en bonos nacionales, y un 42,8% está en el extranjero.
El retiro de fondos implicaría la venta de activos, incluidas las inversiones en dólares, lo cual presionaría al tipo de cambio, además de impactar los precios en el mercado local.
“Podría impactar en el dólar, porque son activos líquidos y no veo a las AFP vendiendo los activos iliquidos chilenos. Ojalá no caigamos en la tentación del populismo de corto plazo, porque hace muy poco llorábamos por las bajas pensiones”, dice German Guerrero, socio fundador de MBI Inversiones.
En la misma línea, el economista jefe de Bci, Sergio Lehmann, comenta que los impactos para los mercados financieros y el deterioro en las pensiones futuras, es preocupante.
“Es importante hacer ver que a todas luces se trata de una pésima opción. Llevaría a un deterioro importante en las pensiones futuras, y por tanto comprar un problema para los próximos años. El ingreso familiar de emergencia es el mecanismo apropiado para hacer frente a la crisis. Por tanto, prefiero no ponerme en esa posibilidad, de forma de no considerarlo siquiera como una opción válida, la que por cierto tendría impacto en los mercados financieros. Me parece muy peligroso generar un precedente de esta naturaleza”, explicó Lehmann.
1,5% del PIB
Hay dos proyectos en el Congreso de reforma constitucional para permitir que los afiliados puedan sacar fondos de pensiones, pero el que los diputados buscan poner en tabla, plantea que puedan sacar recursos de las AFP aquellas personas que no se hayan pensionado, y podrían retirar desde cinco ingresos mínimos mensuales hasta un máximo de UF 150 (unos $4,3 millones), pero solo para aquellos que tengan una pensión proyectada inferior a UF25 ($718.000 de hoy).
Guillermo Larraín, economista y exsuperintendente de Pensiones, calcula que con estos parámetros, “la cantidad de venta de activos financieros para que las personas puedan sacar poco más de $4 millones, es tan grande, que eso probablemente tendría como consecuencia una caída muy importante en los precios de activos, es decir, en acciones y renta fija. Eso va a afectar la valorización de las pensiones”. En ese sentido, explica que afectaría la pensión incluso de quienes no retiren sus ahorros.
Larraín detalla que casi todos los afiliados del sistema de pensiones tienen una pensión proyectada inferior a $700.000, entonces, calcula que si solo el 30% decidiera retirar $1 millón, “la venta de activos que tendrían que hacer las AFP, simplemente destruye el mercado”.
Esto, estima, representaría un 1,5% del PIB que tendrían que salir a vender las administradoras en un breve plazo. Por otro lado, proyecta que si el 100% de los afiliados retira $1 millón, sería 5% del PIB.
La estimación de 1,5% del PIB equivale a US$ 4.472 millones, mientras que el 5% del PIB corresponde a US$ 14.909 millones. Con dato a 2019, el PIB total de Chile alcanza los US$ 298.180 millones.
Es más, Larraín proyecta que las acciones podrían bajar antes de que se apruebe el proyecto, porque si el mercado ve que las AFP van a tener que salir a vender más del 1% del PIB probablemente en menos de un mes, van a salir a vender papeles. “Me imagino alguna alternativa para poder minimizar el efecto sobre los precios, pero creo que honestamente es una discusión compleja, técnicamente difícil, y que al Fisco le cuesta dinero, porque va a tener que emitir bonos de reconocimiento, eso es deuda pública”, señala.
En tanto, la economista de EuroAmerica, Martina Ogaz, considera “alarmante” la medida en caso de que el Estado deba financiar el retiro de los fondos de pensiones. Esto, además de los efectos en los precios de los activos financieros.
“A largo plazo es evidente el impacto. Las personas tendrán menos fondos para jubilarse, y si el Estado es el que tendrá que reponer ese retiro, también habrá efecto a largo plazo porque es un gasto más que tendrá que financiar el fisco. Lo último es alarmante pensando en el último informe de finanzas públicas, donde se evidencia el deterioro que tendrán si no se reduce el gasto y si el crecimiento es bajo. Efecto en tasas deberían haber. Hay que pensar que todo ese dinero esta en fondos de inversión, bonos, acciones, etc. Sería una venta de esos activos y eso afectaría precios”, dice Ogaz.