Para hacer frente a las presiones en los flujos de caja de las compañías, la emisión de deuda ha sido una atractiva alternativa ante la necesidad de liquidez. Si bien el escenario de bajas tasas de interés respalda la emisión de bonos, algunas sociedades optaron, por razones propias de cada compañía, fortalecer sus patrimonios a pesar de la volatilidad del mercado local
Mientras los activos financieros vivían sus momentos más críticos por la crisis por el coronavirus, el 9 de marzo, las sociedades cascadas citaron a sus accionistas para votar un aumento de capital.
El 24 de abril, los accionistas de las sociedades aguas arriba de SQM aprobaron la operación que buscaba recaudar un total de US$213,6 millones.
De esta forma, la operación de las sociedades a través de las cuales Julio Ponce ejerce como accionista mayoritario de SQM, fue aprobada en medio del desplome en los precios de los activos locales.
Esto, ante la carga financiera de SQM y la necesidad de liquidez de cara a los vencimientos de deuda en agosto y septiembre.
De hecho, los directorios de las empresas ya analizaban los mecanismos para mejorar su estructura financiera, pues en agosto del año pasado encargaron un estudio a EuroAmerica e IQ Finance, lo cual reforzó la necesidad de realizar un aumento de capital en las compañías.
“El aumento de capital de las cascadas se explicó por la caída que sufrieron las acciones de SQM en el momento crítico de las crisis financiera, donde la compañía estaba muy ajustada por las garantías de la deuda con acciones de SQM”, explica el socio fundador de MBI Inversiones, Germán Guerrero.
Así, las presiones que cargaba SQM le impidieron aprovechar las positivas condiciones para obtener financiamiento mediante emisión de deuda, en lugar de fortalecer patrimonio.
“En general, las empresas recurren a patrimonio cuando ya están copadas sus posibilidades de acceder a endeudamiento (…) En tiempos de crisis, algunos accionistas mayoritarios o controladores, realizan un aumento de capital para tratar de elevar su participación en las empresas como una forma de “blindar el control” y evitar que un tercero pueda hacer una oferta atractiva para el resto de los accionistas que les signifique perder precisamente el control de la compañía”, agrega Guillermo Araya de Renta 4.
SQM cerró el año pasado con una caída de 26,3%, mientras el IPSA despidió 2019 con baja de 8,53%. Eso sí, las acciones de la minera no metálica acumulan alza de 82% desde su punto más bajo registrado el 23 de marzo. En el año, acumulan alza de 26%
Otro es el caso de Grupo Security, pues el 3 de agosto informó sobre el inicio de un roadshow para el proceso de aumento de capital por cerca de 415 millones de acciones. Esto, a pesar del riesgo de conseguir bajos precios ante la inestabilidad del mercado y la economía local.
Las acciones de Grupo Security acumulan un retroceso de 20,5% en 2020.
A juicio de Germán Guerrero, la operación de Grupo Security se podría explicar por los riesgos que ven en sus negocios bancarios.
“En el caso de Grupo Security, es una empresa financiera que ve riesgos en sus negocios bancario y de seguros. Con la crisis por coronavirus, decide fortalecer su base patrimonial para eventuales complicaciones en sus negocios a futuro”, dice Guerrero.