Internacionalizar el peso chileno y crear un nuevo sistema de liquidación de pagos en dólares son los principales proyectos que tiene en mente el Banco Central. Así se desprende del Informe de Estabilidad Financiera (IEF) del primer semestre de 2019, el cual destaca que tras 20 años de aplicación, el marco de regulatorio requiere un perfeccionamiento.

La publicación de un nuevo Compendio de Normas de Cambios Internacionales (CNCI) en el año 2000 fue la última modificación que se aplicó a la regulación cambiaria local, lo cual explica la urgente necesidad de simplificar y renovar los procesos actuales.

En concreto, el camino que seguirá el BC contempla la racionalización y simplificación del CNCI además de regulaciones del mercado interbancario, para así promover la internacionalización del peso chileno y facilitar su convertibilidad. Estos avances, según indica el IEF, se realizarán a través de ajustes sucesivos que se esperan materializar a partir de este año.

"Genera ventajas en todos los ámbitos, una simplificación de una norma que viene desde principios de los 2000 va a ser de gran ayuda para disminuir la carga regulatoria, la cual es muy alta para estos tiempos. Esto significaba que la entrada de flujos de capitales se hacía más engorrosa y lenta. Trabas que llevaban a que el mercado fuera poco líquido", dice Francisca Pérez, economista senior de Bci Estudios.

Respecto de la internacionalización del peso chileno, Pérez destaca que el principal beneficio es que se logra un volumen de transacciones durante toda la jornada, y en un extremo, se podría lograr un funcionamiento de 24hrs.

"Esto se ve en monedas como el euro. Abre la puerta a que todo tipo de inversionistas puedan llegar fácilmente al mercado local, no sólo con posiciones en peso chileno, sino que también accedan con mayor facilidad al mercado de bonos y accionario, aumentando la participación de extranjeros en estos mercados", dice Pérez.

El aumento de la liquidez y del volumen en las transacciones, disminuye la volatilidad que afecta a la divisa nacional actualmente. "Disminuye la importancia relativa de algunos agentes, que llevan a fuertes movimientos y aumento en la volatilidad cuando realizan transacciones. La volatilidad del peso chileno es de las más altas de la región, debido a los pocos "players" que tiene. Esta medida podría disminuir este problema", detalla Pérez.

En la misma línea,Felipe Alarcón, economista de EuroAmerica, que la internacionalización del peso chileno permite conseguir mayor financiamiento, al haber mayor posibilidad de demanda de bonos por parte de inversionistas locales y externos. "Así, las tasas pueden caer y el costo de financiamiento sería más bajo para el fisco o para las empresas privadas en caso de que entraran a comprar bonos corporativos".

"Si aspiramos a ser una plaza financiera, necesitamos una moneda que sea convertible y hoy en día el peso chileno no es full convertible, por lo tanto nos quita la posibilidad de alcanzar un mayor nivel de desarrollo financiero como en el caso de México que tiene una moneda muy convertible", agrega Alarcón.

Entre derivados y spot, el peso chileno transa US$5.000 millones diarios, mientras que el peso mexicano alcanza los US$90.000 millones.

Sin embargo, en esta flexibilización de la normativa cambiaria existen contras y el efecto más nítido para Alarcón es la pérdida del control del mercado de renta fija.

"Hoy en el mercado de renta fija, cerca del 90% todavía es local, entonces cuando hay flight-to-quality (aversión al riesgo), la moneda se protege bastante porque no hay una liquidación masiva entonces los impactos son reducidos. Pero si abres la compuerta y dejas entrar masivamente a los extranjeros al mercado de renta fija o cambiario, cuando hay un flight-to-quality podríamos tener comportamientos como lo que ocurre México, aunque bastante más suaves, que saltan las tasas y las monedas se deprecia rápidamente", puntualiza Alarcón.

Sistema de Pago en Dólares

En línea con lo anterior, el BC está trabajando en una nueva normativa que permita la incorporación del dólar al actual sistema de Liquidación Bruta en Tiempo Real (LBTR). Según destacó el Presidente del instituto emisor, Mario Marcel, este avance promueve la eficiencia y seguridad de pagos en dólares, amplía las posibilidades de acción de los bancos en situaciones de contingencia.

Además, este nuevo sistema abre las posibilidades de liquidación de infraestructuras, como Entidades de Contraparte Central, ya que el sistema LBTR actual sólo permite a los bancos liquidar en pesos.

"La normativa existente necesitaba actualizarse a estándares internacionales de manera urgente, los riesgos de crédito y operacional para las grandes empresas son importantes. Esto también ayudaría a que el mercado cambiario se profundice y disminuyan los procesos para así hacer al mercado más bussiness friendly", dice Francisca Pérez, quien agrega que para ver los beneficios, es necesario esperar el nuevo marco regulatorio.

La publicación de un nuevo Compendio de Normas de Cambios Internacionales (CNCI) en el año 2000 fue la última modificación que se aplicó a la regulación cambiaria local, lo cual explica la urgente necesidad de simplificar y renovar los procesos actuales. Según consigna el IEF, este nuevo nuevo marco normativo se encuentra en proceso de definición de requisitos acordes a la experiencia internacional y consideraciones de riesgo, tras lo cual será sometido a consulta pública.