Pablo Echeverría ha sido uno de protagonistas del mercado chileno en los últimos años. En 1993 participó de la fundación de Moneda Asset Management, una de las gestoras de activos más grandes del país, con presencia regional y que maneja activos por sobre US$10.000 millones.
Desde su rol de presidente de Moneda, no solo se ha dedicado a buscar las mejores oportunidades de negocio para la firma, sino que también ha ejercido un papel activo a la hora de defender sus intereses como accionista minoritario en algunas compañías que han estado ligadas a escándalos económicos.
De hecho, son conocidas las cartas y discursos que ha leído en los seminarios anuales de Moneda, donde ha cuestionado con nombre y apellido a los involucrados en el caso Cascada: Julio Ponce y Aldo Motta, entre otros. Lo anterior, en paralelo a las acciones legales que han emprendido contra los partícipes del esquema sancionado por el regulador.
Todo lo anterior ha generado que en el mercado los hayan denominado como "inversionistas activistas", un concepto que no le gusta a Echeverría. "No somos un inversionista activista. Hacer activismo en Chile y, en general en Latinoamérica, es muy difícil, la mayoría de las empresas tiene controladores. Somos un inversionista activo e involucrado", afirmó en entrevista con La Tercera hace un tiempo.
A diferencia de Chile y la región, en los mercados desarrollados sí existen los llamados inversionistas activistas.
El concepto surgió en Estados Unidos y en los últimos años ha aparecido en Europa, y consiste en fondos que toman participaciones minoritarias, pero importantes en empresas con una propiedad accionaria atomizada, en las que ven un potencial de creación de valor no explotado y que están mal manejadas.
Así, una vez que ingresan a la estructura accionaria, desarrollan una tesis de inversión, lanzan una campaña de compras de acciones y buscan llegar a algún acuerdo con la administración para alinear la estrategia con el fin de ganar más dinero. Cuando no logran acuerdos, van a las juntas de accionistas e intentan modificar el directorio, pero si esto no da resultado, optan por iniciar acciones legales.
Si bien en Chile no existen fondos o inversionistas de este tipo, en los últimos años ha habido algunos activistas internacionales que han tenido vínculos con el mercado local.
Latam y Aguas Andinas
En marzo pasado, un representante de la administradora de fondos estadounidense Elliott Management llegó a Latam Airlines con una propuesta: invitó a la aerolínea controlada por la familia Cueto a participar en la licitación por partes que armaron de las unidades productivas independientes de Avianca Brasil -de la que son sus acreedores-, una de las mayores competidoras en América Latina de la firma chilena, que está en proceso de quiebra.
La idea de la gestora fundada y manejada por Paul Elliott Singer fue bien acogida. De ese modo, Latam se comprometió a inyectar un capital de trabajo de US$13 millones y a participar en la licitación de un bloque de derechos de frecuencias por un mínimo de US$70 millones. Todo lo anterior, como un esquema mediante el que buscaba maximizar la rentabilidad que podría obtener a cambio de la deuda que le entregó al dueño, Germán Efromovich.
Singer es conocido por ser uno de los inversionistas más avezados y temidos de Wall Street, al tiempo que su gestora tiene inversiones en cientos de empresas, entre las que se encuentran el equipo de fútbol italiano Milan, Samsung, Hyundai y Bayer, totalizando un monto de activos bajo administración superior a los US$35 mil millones.
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Paul Singer, fundador y presidente de Elliott Management Corp., Foto: Misha Friedman/Bloomberg.[/caption]
Mientras Bloomberg lo ha calificado como "uno de los hombres más temidos del mundo financiero", la expresidenta argentina Cristina Fernández lo tildó como "buitre capitalista", por su papel como el principal fondo tenedor de la deuda soberana del país trasandino. En efecto, Singer persiguió a Argentina por 15 años en diferentes cortes para que le pagaran, donde logró confiscar uno de los mayores buques de la armada, y en 2016 alcanzó un acuerdo con el país trasandino: obtuvo un pago de US$2.300 millones, tras haber invertido inicialmente US$117 millones.
Otro nexo de un inversionista activista internacional corresponde al fondo de inversión Amber Capital.
A fines de 2018, el vehículo basado en Londres y que maneja activos por más de US$1,6 billón (millones de millones), compró más del 1% de la francesa Suez, controladora de Aguas de Barcelona (Agbar), que a su vez es propietaria de las sanitarias chilenas Aguas Andinas y Essal.
En julio pasado, en medio de la crisis que generó Essal por el corte de suministro de agua potable en Osorno por 11 días, Amber recomendó a Suez desprenderse de Agbar por ser "el candidato ideal para iniciar un ciclo de rotación de acciones".
El fondo activista añadió que "después de años de gestión de cartera, Amber Capital cree que la compañía necesita una revisión exhaustiva de la cartera para rotar los activos maduros y utilizar los ingresos para reinvertir y recomprar acciones".
Por su parte, Suez respondió en esa oportunidad que la revisión estratégica estaba en marcha y que sería anunciada en los próximos meses. En caso de seguir la sugerencia de Amber, la francesa podría dejar de participar de Aguas Andinas y Essal.
Algunos destacados activistas
Donde han sido más protagonistas los fondos activistas es en Estados Unidos.
Un ejemplo de lo anterior es que, en 2013, el fundador y gestor del fondo de cobertura Greenlight Capital, David Einhorn, presionó a Apple instándolos a devolver el exceso de efectivo a los accionistas. De este modo, a partir del año fiscal 2012, el fabricante de iPhone ha devuelto más de US$350 mil millones en forma de recompras y dividendos, donde la mayor parte proviene de 2013.
Otro caso se dio cuando Carl Icahn, fundador del fondo Icahn Capital Management LP, presionó en 2015 a eBay para que escindiera su negocio de PayPal. La compañía siguió la recomendación y desde esa fecha PayPal ha triplicado su valor.
A fines de 2017, el fondo Southeastern Asset Management adquirió un 10,25% de participación en Mattel, conocida por sus famosas marcas como Barbie, Fisher-Price y Hot Wheels, luego de que las acciones de la compañía cayeran con fuerza, a partir de un mal reporte de resultados y a que recortaron la nota crediticia de la firma al estado de basura.
Desde esa fecha, el fondo que gestiona activos por más de US$35 mil millones junto a otros activistas han convencido a Mattel de incorporar un exejecutivo de Lego a su directorio y de contratar a un nuevo CEO, Ynon Kreiz, con experiencia en la industria de la televisión y el cine.
Otros activistas connotados son Barington Capital, Ancora Advisors, Legion Partners, Macellum Capital Management, Third Point, Starboard Value y Legion Partners.