El desempeño financiero de las compañías chilenas en el tercer trimestre entregó las primeras señales de una recuperación de la actividad local. Si bien el mercado se mantiene atento a lo que vendrá en la temporada de la cuarto trimestre, Fitch Ratings alienta el optimismo.
Una mejora en las perspectivas para los corporativos locales en 2021 es la evaluación que hoy hizo la clasificadora de riesgo, apoyado por sólidos niveles de liquidez de las empresas, pero más relevante aún es el dinamismo de la inversión extranjera. Además, la visión de Fitch incorpora una mejora en los niveles de endeudamiento alcanzados durante la pandemia.
A pesar de la agitación social, la crisis sanitaria y el proceso constitucional en curso, Fitch indica que la inversión extranjera ha seguido creciendo en 2020.
Si bien la agencia crediticia cree probable un retraso en grandes proyectos de inversión extranjera directa (IED) hasta no contar con el resultado de la nueva Constitución, la sólida reputación de Chile en cuanto a la estabilidad macroeconómica, política y jurídica, han mantenido fuerte el dinamismo de la (IED).
“La inversión extranjera directa (IED) en Chile ha seguido creciendo en 2020, pese a la agitación social, la crisis de salud y la incertidumbre política. Si bien podría esperarse un retraso en los grandes proyectos de inversión extranjera hasta saber el resultado de la nueva constitución, la reputación sólida de Chile de tener estabilidad macroeconómica, política y jurídica, así como el interés que ha despertado para los inversores chinos en los últimos años, han mantenido el dinamismo fuerte de la IED. Hasta agosto de 2020, se habían registrado más de USD10.000 millones (11% de aumento con respecto a agosto de 2019), a lo que se sumaría el anuncio reciente de la adquisición por USD2.570 millones que realizó la empresa china State Grid International Development Limited [A+, Estable] de Compañía General de Electricidad (CGE), que pertenece a la española Naturgy Energy Group [BBB, Estable]”, explica Fitch Ratings.
Respecto a los niveles de liquidez, donde el aumento en las cajas ha sido la principal estrategia adoptada por las empresas chilenas tras el estallido social y la posterior pandemia, Fitch destaca que los bancos locales, que a su vez recibieron el apoyo del Banco Central para preservar la liquidez en el mercado, permitieron suplir las necesidades crediticias de las compañías.
“Las compañías han fortalecido su liquidez y han adelantado los refinanciamientos de sus deudas durante este año de pandemia y de incertidumbre política y social. Fitch estima que esta estrategia de privilegiar la flexibilidad financiera se mantendría durante 2021. Las emisiones internacionales de bonos de empresas chilenas se desaceleraron a medida que la pandemia se propagó por todo el mundo, pero los bancos locales, apoyados fuertemente por las medidas del banco central para preservar la liquidez del mercado, pudieron responder a sus necesidades crediticias inmediatas. Las emisiones del mercado local de bonos se volvieron muy activas desde junio, tras el punto álgido de la pandemia. Emisores que acuden al mercado internacional, como Falabella, ENAP y Cochrane, aprovecharon el mercado local de bonos durante este año”, detalla Fitch.
Los niveles de endeudamiento también juegan un papel relevante en el escenario que augura Fitch, pues proyecta que los elevados ratios de las empresas bajo cobertura se recuperarán en 2021 al tiempo en que la pandemia alivie la generación de flujos de efectivo.
“Proyectamos que los indicadores elevados de endeudamiento bruto del portafolio clasificado se recuperarán en 2021 y se proyecta una mediana debajo del ratio de 4 veces, frente al 4,4x alcanzado en los últimos 12 meses (a junio de 2020) a medida que se atenúe el impacto de la pandemia en la generación de flujo de efectivo. Las empresas chilenas iniciaron 12 2020 con una posición financiera débil después del impacto negativo de los disturbios sociales del cuarto trimestre de 2019 (4T19) en el flujo de caja, que llevó el indicador de endeudamiento bruto de la cartera a 4,2x en 2019 desde 3,8x en 2018″, explica Fitch Ratings.
Eso sí, la clasificadora no espera que los niveles de inversión de capital (Capex) repunten, sino hasta mediados de 2022, cuando el proceso constitucional termine.
Los desafíos
Considerando los riesgos latentes por una segunda ola de coronavirus, sumado a las turbulencias políticas propias de Chile, Fitch advierte de los desafíos que deberán enfrentar las empresas.
“La fuerza de la recuperación económica en 2021 dependerá de la velocidad con que una potencial vacuna contra el coronavirus se despliegue en el país, así como del estímulo fiscal y de las inversiones del Gobierno. Es probable que la confianza empresarial se correlacione con el debate constitucional. Factores externos, como la demanda y precios de las materias primas, seguirán siendo relevantes para las empresas chilenas e impulsarán las decisiones de inversión y financiamiento”, agrega Rina Jarufe, Directora Sénior.