Con los bonos venezolanos en incumplimiento, la perspectiva de un cambio de gobierno puede dar una sacudida al mercado.
Después de todo, hay pocas posibilidades de que el líder actual, Nicolás Maduro, sea capaz de sortear las sanciones de Estados Unidos y concretar un acuerdo de reestructuración y es más probable de que el hombre que trata de derrocarlo, Juan Guaidó, pueda hacerlo.
Pero en el día y medio transcurrido desde que el enfrentamiento entre los dos hombres se intensificara la madrugada del martes, el mercado de bonos sigue durmiendo. No ha habido transacciones considerables en deuda venezolana esta semana, según operadores bursátiles que hablaron con Bloomberg News. Dicen que el spread de oferta y demanda en las notas en mora se amplió significativamente mientras el intento de levantamiento de Guaidó ofrecía a los inversionistas un atisbo de esperanza sobre un cambio de régimen.
Los tenedores de bonos que pudieron haber estado dispuestos a vender en las últimas semanas ahora esperan y ven a medida que avanza la agitación política. Por supuesto, las operaciones ya eran limitadas desde que el Departamento del Tesoro prohibiera a entidades e inversionistas estadounidenses comprar los bonos. Eso significa que las empresas extranjeras son la única fuente de demanda.
Y ante la pérdida de impulso del levantamiento de Guaidó el miércoles al parecer no habrá cambio de régimen inminente, lo que quizás justifica la calma en el mercado de bonos.
Trace, el sistema sobre información de precios de bonos de Finra, no arroja transacciones ligadas a la estatal Petróleos de Venezuela desde fines de la semana pasada. Solo un bono de PDVSA no está en mora y esas notas que vencen en 2020 e incluyen garantías relacionadas con la refinería de petróleo estadounidense Citgo, entraron en su período de gracia de 30 días el lunes. El equipo económico de Guaidó ha dicho que planea pagar, aunque una votación oficial de la Asamblea Nacional sobre el asunto se retrasó en medio del caos político.