Crítico de la decisión del Banco Central se mostró el economista para América Latina de Moody's Analytics, Alfredo Coutiño. Considera que el recorte de la tasa aplicado el viernes, en parte, responde a la desaceleración económica, pese a que el mandato de la institución es la inflación, mientras que asevera que los cambios drásticos en la dirección de su política generan incertidumbre.

Por otra parte, tiene una visión más pesimista de los indicadores económicos. Asegura que en el país hay una "anemia de inversión", anticipando que esta crecerá apenas 4%, menos del 4,5% que proyecta el Central tras revisarlo a la baja desde 6,2%. Además de lo cual, apuesta por un crecimiento del PIB más cercano al 2,5%, inferior a la parte baja del rango previsto por el Central, de entre 2,75% y 3,5%.

Recién en octubre y enero se subió la tasa para ahora bajarla con un movimiento más fuerte de lo habitual. ¿Qué implicancias tienen estos cambios?

La señal que manda el central es contradictoria, porque primero inicia ciclo de normalización en octubre pasado, después determina pausa prolongada en este año, y ahora cambia de parecer repentinamente y echa reversa en la normalización monetaria, todo esto en escasamente 8 meses.

Estas señales encontradas introducen incertidumbre en el quehacer monetario e incluso podrían empezar a minar la credibilidad en el manejo monetario. De hecho, ahora parte del mercado duda que la TPM no se vaya a reducir nuevamente. La acción monetaria reciente ha abierto la puerta a la especulación entre los participantes del mercado.

¿Qué le parece puntualmente el recorte de 50 puntos?

La acción sorpresiva del Banco Central tiene argumentos endebles, sobre todo en materia de revisión de las variables estructurales. Creo que la acción responde más al hecho de que la economía se está desacelerando y la inflación se mantiene por debajo de su objetivo. Sin embargo, el mandato monetario es con la inflación, no con el crecimiento.

¿A su juicio podría haber más rebajas en el año?

Por ahora no existen razones para pensar que la TPM tenga que seguir disminuyendo, dado que la economía está solamente convergiendo a su crecimiento potencial. Se necesitaría un desplome económico para que el Central pudiera intervenir y ayudarle a la economía a través de un mayor aflojamiento de las condiciones monetarias, las cuales todavía se encuentran en terreno expansivo. De lo contrario, no existe justificación para reducir más la TPM.

Siguiendo al gobierno, el BC redujo la estimación de crecimiento desde el rango de 3,5% a 4% y 2,75% y 3,5% para 2019. ¿Le parece más realista?

La actividad económica efectivamente se ha moderado, pero no se ha debilitado, es solamente un proceso de convergencia hacia su capacidad potencial, por lo que la revisión del crecimiento es correcta. La actividad ha mandado señales de que el crecimiento en el año se quedará más cerca de 2.5% que de 3%.

Reformas

La inversión también fue corregida a la baja, de 6,2% a 4,5% ¿Le parece adecuado? ¿Podría ser incluso menor?

Ciertamente el talón de Aquiles de la economía chilena sigue siendo la anemia de inversión, la cual ha aumentado en los dos últimos años, pero se encuentra todavía por debajo de su tendencia histórica, lo cual limita la capacidad productiva del país.

Para que Chile aumente su capacidad potencial por arriba de 3% se necesita que el coeficiente inversión-producto se acelere, lo cual implica que la inversión fija debe crecer a una velocidad mayor a la que crece la economía. La revisión a la baja es en la dirección que marcan los datos recientes sobre inversión. Creo que la inversión crecerá alrededor de 4% en el año.

¿El limitado avance de las reformas influye en la caída en las expectativas o confianza en la economía?

Es correcto, la tardanza en la aprobación de las reformas, sobre todo la modificación de las reformas que se ha dado en el Congreso, ha lastimado las expectativas de los mercados, lo cual ha afectado el sentimiento de los inversionistas. Para que la inversión se acelere, Chile necesita profundizar rápidamente los cambios estructurales a través de reformas de gran calado.