La Bolsa chilena se ha desacoplado con fuerza respecto de sus pares y de la mayoría de los mercados accionarios globales, ya que es una de las pocas que ha registrado pérdidas en lo que va del año.
Sin embargo, para algunos actores, justamente, lo anterior representa una oportunidad para tomar posiciones. Uno de ellos es Noosa Capital, un multi family office fundado por ex socios de Munita, Cruzat & Claro (MCC).
Ramón Suárez, socio de Noosa, indica que hay una señal que anticiparía ganancias importantes para la bolsa local en el mediano plazo, pensando en al menos un año. Se trata del equity risk premiun (ERP), es decir, el premio por riesgo que un inversionista debiera obtener en acciones versus un bono del Tesoro libre de riesgo, en este caso en un bono del Banco Central en UF (BCU) con vencimiento a 10 años.
Mientras más alto es el ERP, mayor es el retorno esperado que debieran entregar las acciones frente a la renta fija, explica Suárez. En ese sentido, enfatiza que actualmente dicho indicador se encuentra sobre el 9%, siendo su mayor nivel en más de 17 años, lo que ha sido impulsado producto del bajo nivel de tasas observado en Chile y por una economía que muestra un crecimiento de largo plazo en torno a 3-3,5%, lo que impulsaría a su vez las utilidades de las empresas.
A modo de ejemplo, detalla que cada vez que el ERP superó el 8%, lo que ocurrió en 2002 y 2008, el retorno del IPSA fue de 20% promedio anual los cinco años siguientes y de 46% promedio anual los 2,5 años posteriores, respectivamente. Por el contrario, cuando el indicador se ubicó en un rango inferior, en torno a 6%, el principal índice bursátil local mostró bajos niveles de rentabilidad en los años que le siguieron.
"Cada vez que el ERP está muy alto, en los años siguientes la bolsa tiene un rally. Si bien todavía no vemos un catalizador de ese rally, sí sabemos que en algún minuto tiene que producirse y eso generará ganancias considerables", afirma Suárez.
De todos modos, remarca que aún existen muchos frentes de incertidumbre, como la nueva escalada en la guerra comercial entre Estados Unidos y China que se desató la semana pasada.
Apuesta por el IPSA
Además de los retornos relevantes que anticiparía el alto nivel del premio por riesgo accionario, el socio de Noosa indica que hay otros factores que refuerzan su apuesta por la Bolsa local.
Por una parte, los BCU con vencimientos a 10 años tienen un rendimiento de 0,12% por sobre la UF, lo cual hace poco atractivo invertir en estos instrumentos, sobre todo considerando que hasta hace algún tiempo rentaban más del triple.
De hecho, enfatiza Suárez, si alguien invierte en el IPSA para obtener dividendos, éste es cercano al 3%, lo que similar a lo que ofrece el BCU a 10 años.
A ello se suma que mientras en los últimos 18 años los mercados accionarios a nivel mundial han venido subiendo con fuerza, sobre todo los desarrollados, el chileno ha retrocedido, quedando rezagado del resto, dice. Lo anterior, a su vez, da cuenta de que las valorizaciones están baratas y castigadas.
"Todo esto nos hace pensar que es una oportunidad mover las carteras marginalmente desde la renta fija a la renta variable, considerando los diversos perfiles de riesgos y la necesaria diversificación", señala Suárez.
En ese escenario, recomienda que lo más sano para la administración del portafolio es estar alineado o indexado al IPSA, lo cual se puede hacer componiendo una cartera del índice, a través de un ETF o de algún fondo pasivo que lo replique.