El dólar a nivel mundial entró en un espiral de depreciación. Incluso la pregunta ahora es cuánto más puede caer. Y es que las positivas noticias sobre la eficacia de vacunas contra el coronavirus y la confirmación de Janet Yellen como secretaria del Tesoro para el gobierno del presidente Biden, auguran un una debilidad para la divisa norteamericana.

El dollar index, índice que agrupa al dólar frente a las principales divisas del mundo, despidió noviembre con un retroceso de 2,17%, su peor desempeño mensual desde julio.

Además de los factores políticos en Estados Unidos, el avance del coronavirus en dicho país y la masiva rotación de flujos de capitales de inversionistas desde activos refugio (como el dólar y el oro) hacia mercados emergentes, golpean aún más al dólar en el mundo.

“El hecho de que los riesgos de crecimiento a corto plazo sean más agudos para EE.UU. por el avance de los contagios, podría implicar que el dólar se debilite aún más, incluso si los mercados de acciones y materias primas se mueven lateralmente o moderadamente a la baja, aunque una fuerte liquidación de activos de riesgo probablemente respaldaría al dólar en su calidad de activo refugio. Por último, los flujos de fondos ahora están mostrando la rotación esperada hacia divisas de mercados emergentes”, explica Goldman Sachs.

El rezago del peso chileno

En el plano local, si bien el dólar cerró su segundo mes de caídas frente al peso chileno, al ubicarse en $767,7, un retroceso de $6,36 en noviembre y de $10,5 en octubre, el desempeño del dólar frente a las principales divisas de la región da cuenta de un rezago de la moneda local.

El peso colombiano y el real lideran el ranking del mes con avances frente al dólar de 7,5% y 7,2%, respectivamente. En el tercer lugar se ubica el peso mexicano con alza de 5% en noviembre, mientras que el peso chileno se ubica en el cuarto puesto, con una apreciación de 0,85% en el mismo período. Sólo supera al sol peruano y al peso argentino.

En tanto, el dólar se encamina a despedir el año con un alza de $11,5 frente al peso chileno. Uno de las mayores en América Latina.

A pesar de lo anterior, las miradas se centran en el desacople de la divisa local frente al cobre, que hoy cerró las operaciones en US$3,481 la libra, su nivel más alto desde principios de 2013. En noviembre acumuló avance de 14,6%, cerrando su mejor mes desde noviembre de 2016.

El desacople del peso chileno frente al metal rojo responde, explican los economistas, a los ruidos políticos locales, ya que los niveles de incertidumbre limitan que el dólar anote mayores caídas acordes con la fortaleza del cobre.

Desde el mercado comentan que considerando el actual precio del cobre, y retirando de la ecuación la incertidumbre propia del mercado local, el dólar en Chile debería ubicarse entre $50 y $70 más bajo de lo actual. Eso supone niveles de entre $717,6 y $697,6, lo que se comprara con el actual valor de $767,6.

“Se confirmó a Janet Yellen como secretaria del Tesoro y eso augura una nueva ronda de estímulos fiscales que a la larga deberían debilitar al dólar a nivel internacional. Nosotros creemos que con el actual precio del cobre, el dólar debería estar en torno a $50 más abajo”, explica la economista de EuroAmerica, Martina Ogaz.

Para el economista jefe de Bci, Sergio Lehmann, los ruidos locales incorporan un premio de $70 para el tipo de cambio, y de cara al próximo año, descarta que las presiones permitan al peso chileno acoplarse al escenario de un dólar débil.

“Nosotros estimamos un premio de $70 asociados al estallido social y que se ha sostenido, producto de la incertidumbre, polarización y algunas malas políticas. El premio asociado a factores locales se va a mantener. El tono que prevalezca en la elaboración de la nueva constitución va a ser clave en la evolución de este premio”, agrega Lehmann.

Otro factor a observar será la rapidez con la que llegue al mercado la vacuna contra el Covid-19.