La publicación del el Índice de Precios al Consumidor se hace sentir en el mercado de renta fija local, donde el movimiento de las tasas soberanas da luces respecto a las expectativas de inflación.
En lo que va de las operaciones, el rendimiento bonos del Banco Central a corto plazo reflejan el apetito de los inversionistas locales por papeles indexados a la UF.
La tasa del BCU a dos años cae 14 puntos base y se ubica en el mínimo histórico de -2,12%, mientras el BCU a 5 años retrocede 9 puntos base y se instala en -1,14%.
La caída de dichos papeles reflejaría que el mercado apuesta por un repunte de la inflación transitoria, lo que esta en línea con el alza del IPC de octubre y el posible segundo retiro del 10% de las AFP. Según publicó hoy el INE, el dato registró una variación mensual de 0,7%, su mayor avance desde octubre del año pasado, mientras que el IPC de septiembre subió 0,6%.
“Los precios al consumidor siguen reflejando la reapertura de la actividad económica y el impulso temporal del consumo por los retiros de fondos de pensiones iniciados en agosto (alrededor del 6,5% del PIB). Aunque la medida de inflación subyacente preferida por el Banco Central (que excluye sectores volátiles) está ahora en 3,2%, ligeramente por encima del objetivo. Los servicios básicos y los gastos básicos, excluidos alimentos y energía, se mantienen muy por debajo del objetivo. Por lo tanto, las lecturas más altas aún no sugieren un repunte generalizado y persistente de las presiones inflacionarias”, indica Goldman.
Lo que viene para el IPC
Los forwards de inflación se alinean con el escenario de presiones inflacionarias de corto plazo. Tras la publicación del IPC, el mercado ahora anticipa que el IPC se mantendría sin cambios en noviembre y diciembre, para luego avanzar un 0,2% en enero y otro 0,2% en febrero.
La economista de EuroAmerica, Martina Ogaz explica que los inversionistas fijan el foco en papeles en UF ante el devengo de corto plazo.
“La caída de las tasas en UF se puede explicar por la expectativa de un alza de la UF en el corto plazo. Esto dependerá de si se concreta un segundo retiro de las AFP, porque los registros de septiembre y octubre reflejaron algo de rezago, y eso podría agregar algo de inflación en el corto plazo, pero sería transitorio ese efecto”, explica Ogaz.
A juicio de Goldman Sachs, el Banco Central debería mantener su política monetaria hasta finales del próximo año, ya que el reciente avance del IPC no cambia la evaluación del BC.
“El impulso transitorio al consumo como consecuencia de los retiros de pensiones ya estaba anticipado en el escenario base del banco central del Informe de Política Monetaria (IPoM) de septiembre. Por lo tanto, la expectativa de que la brecha se cerrará a mediados o finales de 2022, probablemente se ha mantenido prácticamente sin cambios. Creemos que las últimas cifras de actividad e inflación no han cambiado materialmente la evaluación del banco central sobre las perspectivas económicas y, por lo tanto, esperamos que el Comité mantenga la postura actual de la política monetaria hasta fines de 2021”, dice Goldman.