La petrolera estatal saudí Saudi Aramco, la mayor del mundo, acelera sus planes para salir a Bolsa, lo que prevé hacer a principios del próximo año, en la que podría ser la operación más grande de este tipo a nivel global, según fuentes conocedoras de las negociaciones citadas por EFE Dow Jones.
Los preparativos se están acelerando porque las autoridades saudíes quieren aprovechar la positiva reacción internacional a la emisión de bonos realizada por Saudi Aramco en abril, en la que se captaron unos US$ 12.000 millones, han explicado las fuentes.
Las autoridades de Arabia Saudita también creen que la presión mundial sobre el país tras el asesinato del periodista disidente Jamal Khashoggi en el consulado saudí en Estambul se está aplacando.
El Gobierno saudita necesita los fondos de esta operación para financiar los gastos sociales y militares, y también para pagar Neom, una futurista ciudad que Arabia Saudita está construyendo con un costo de US$ 500.000 millones.
Este mayor gasto público provocará un déficit del 7% del producto interior bruto (PIB) en 2019, muy por encima de la previsión del Ejecutivo saudí (4,2%), según indicó en mayo el Fondo Monetario Internacional (FMI).