El silente Isidoro Quiroga (68), lo hizo otra vez. La venta que hizo de las acciones de la compañía de semiconductores Enphase Energy es el comentario obligado en los últimos días entre los bancos de inversión locales.
Según publicó Pulso este fin de semana, el pasado 22 de mayo las sociedades de Quiroga le comunicaron a la SEC, el regulador de valores de EEUU, que el empresario chileno se desprendió el 20 de mayo de 13.548.476 acciones, a US60,5 por papel, totalizando una transacción de US$819 millones.
Quiroga ingresó la empresa norteamericana en 2018 tras pagar US$20 millones por casi el 9% de la propiedad, a un precio de US$2,1 por acción. La compañía está dedicada al diseño y fabricación de soluciones de energía doméstica impulsadas por software que abarcan la generación solar, el almacenamiento de energía doméstica y el monitoreo y control basados en la web.
El anterior gran golpe al mercado de Quiroga fue el año pasado la venta de la salmonera Australis Seafoods a la china Joyvio en US$ 921,6 millones, que no siendo una de las más grandes del mercado, se vendió a un precio superior a la compra que hizo Agrosuper de la más grande de Chile solo algunos meses antes, AquaChile.
¿Qué hará Isidoro Quiroga con la liquidez que obtenga? Cercanos aseguran que "conversará las ideas de nuevos negocios con la familia". Distintas fuentes coinciden en que la mayor parte de su dinero lo seguirá invirtiendo en un portafolio diversificado de empresas, aunque no descartan que pueda emprender una nueva aventura industrial. "Él va a morir con las botas puestas en los negocios", resalta un cercano al egresado de Ingeniería Industrial de la Universidad de Chile.
Sus amigos no lo ven lejos de las inversiones o gastándose su fortuna -que solamente con esta operación, sumada a la venta salmonera, debiera ubicarse dentro de los chilenos más ricos del ranking nacional de Forbes, superando incluso lo reportado por Roberto Angelini y muy similar a lo que muestra Julio Ponce-. "Disfruta la vida así, invirtiendo, lo pasa bomba con eso. No descansa. Él lo pasa bien con eso", sostienen.
Otros que lo conocen y ejecutivos de su oficina familiar, siguen buscando objetivos de inversión en Sillicon Valley, lugar que habrían estado viajando en los últimos meses.
Origen campesino y gurú de las inversiones
El empresario es oriundo de San Esteban, en las cercanías de Los Andes. Su padre era un agricultor de la zona, que tenía del orden de 20 hectáreas de distintos cultivos.
"Siempre tuvo la intención de salir del negocio agrícola de sus padres", comenta un amigo del empresario. Otras personas que lo conocen lo describen como alguien que no heredó una fortuna y lo catalogan como un "self made man". De todos modos, la agricultura fue su trampolín en los negocios. Al egresar de la universidad fue uno de los pioneros en los cultivos de kiwis en Chile, también incursionó con éxito en el orégano y en las plantaciones en los cerros.
Con el dinero que ganó en esos negocios, se volcó con fuerza hacia la actividad que lo ha hecho millonario: invertir en Bolsa.
En Santiago empezó a apostar fuerte en las empresas que se estaban privatizando del Estado. "Él nunca fue interventor ni trabajó en empresas estatales en la dictadura, como De Andraca en CAP o Ponce en SQM. Él fue inversionista de acciones en empresas como Telefónica, Entel, Endesa, Banco de Chile, SQM y Pilmaiquén", recalca un amigo del empresario.
Otro cercano agrega que tras invertir en empresas chilenas -que rápidamente multiplicaron su valor-, siguió invirtiendo en las bolsas latinoamericanas, donde toda la región estaba caminando hacia el libre mercado, al igual que en Europa del Este y Rusia, donde también puso fichas.
También se ha hecho conocido por comprar grandes cantidades de derechos de agua a lo largo del país. Con esto ha intentado emprender con múltiples proyectos hidroeléctricos, pero que hoy por hoy, con el bajo precio de la energía a nivel local, no tienen prioridad para el empresario. Otras actividades donde se conoce que tiene participación es en firmas de plantaciones y de producción de aceite de oliva en Argentina, en proyectos inmobiliarios como en Valle Escondido y en desarrollos mineros a través de Minera Fuego y otras firmas.
Su círculo de hierro
Alguien que ha trabajado con Quiroga lo describe como "muy inteligente y directo, dice instantáneamente si le gusta o no el negocio que le ofrecen. Y si a él no le gusta un negocio, no hay cómo darlo vuelta en su pensar. Es mucho de tincadas. Tiene muy buenos contactos y amigos".
Justamente, dentro de sus amigos en el mundo de los negocios figuran Julio Ponce y Patricio Contesse, de SQM; Leonidas Vial, de LarrainVial, y los inversionistas José Yuraszeck y Gerardo Jofré, además del director de empresas Hernán Büchi, entre otros.
Büchi es uno de sus hombres de confianza en los negocios. Se conocen desde la universidad, se han acompañado en directorios como en Pilmaiquén y SQM y, además, Büchi trabajaba en el Ministerio de Hacienda en los 80 con una de las dos hermanas de Quiroga, María Victoria, quien es economista y estrecha socia de su hermano. Su otra hermana es María Dolores, más conocida como Lola, quien lo acompaña en los negocios agrícolas.
Un gran amigo es Patricio Contesse, exgerente general de SQM. "Era habitual que almorzaran juntos en el Club de La Unión", afirma alguien que los vio muchas veces. "Isidoro apoyó a Julio Ponce cuando atravesaba un problema financiero grande en SQM y entró a la propiedad de la empresa con un paquete grande de acciones, superior al 1% de la empresa", asegura un conocido de aquellas tratativas.
Con Leonidas Vial el nexo también es profundo. De hecho, Quiroga es un gran cliente de su holding de inversiones, LarrainVial. Es esta la firma que lo asesoró en la venta de Australis al grupo chino. La firma ligada a Vial también invitó este año a Quiroga, junto a un grupo selecto de inversionistas, a un viaje de roadshow en Israel para conocer a fondo y hacer due dilligence de start-ups y compañías tecnológicas de ese país, donde es inversionista al alero de un fondo que tiene LarrainVial con el exdueño de CFR Alejandro Weinstein.
Hoy Quiroga es poco conocido. Pero hace dos décadas lo era aún más. Cultiva un bajo perfil extremo. "Es muy reservado con sus inversiones. Es muy de secretos. Para él la confidencialidad es clave", destacan los que lo conocen.
Inversiones por el mundo
La forma de operar de Quiroga es a través de su family office, Inversiones Benjamín, donde trabajan sus asesores más cercanos, dos de sus hijos, menores de 30 años: Isidoro y Benjamín, además de ejecutivos como Martín Guiloff. Allí se manejan las inversiones. También cuenta con sociedades off shore o en paraísos fiscales para invertir en el extranjero.
En agosto pasado, se reveló en Venezuela que el empresario chileno Isidoro Quiroga le compró a la firma norteamericana Liberty la tradicional aseguradora de ese país Seguros Caracas. Se trata de una ficha de riesgo que está poniendo el ex controlador de la salmonera Australis Seafood, invirtiendo en un país y sector que sólo ha sabido de retrocesos en sus cifras económicas en los últimos años.
Pero Quiroga tiene poco que perder y mucho que podría ganar. El hombre de negocios local ya gozaba de una alta liquidez luego de concretar el "negocio salmonero del siglo". Fuentes enteradas de esta compra en Venezuela indican que el empresario chileno desembolsó "pocos millones de dólares" para cerrar el control de este negocio, donde será accionista junto a los actuales directores de la empresa, quienes se mantendrán en sus puestos para darle continuidad a la compañía.
Mismas fuentes aseguran que la venta fue "casi un regalo" que ni se compara a lo que recibió Quiroga cuando, paradójicamente, vendió la aseguradora venezolana Panamerican a Liberty en 2001, a cambio de unos US$ 60 millones de esa época. En esos momentos Liberty estaba consolidando la industria aseguradora venezolana, adquiriendo compañías para ganar tamaño y mejorar su posición competitiva.
Hoy por hoy Quiroga recibe una empresa golpeada, pero apostando a que en algún momento se recupere y pueda multiplicar su valor. A su reciente entrada al negocio asegurador en Venezuela, también hay que sumarle otro negocio del que no se le tenía en el radar.
El exdueño de la salmonera Australis instaló una productora y exportadora agrícola en Colombia, llamada Green SuperFood, que se dedica a la palta Hass, pero también al limón Tahití, maracuyá y papaya. La compañía cuenta con terrenos propios en la zona de Quindío, específicamente en el Eje Cafetero, Valle del Cauca y Tolima, e iniciaron la adquisición de nuevas tierras para hacer sus cultivos desde cero. Ya tienen más de 2.500 hectáreas compradas y cuentan con una planta de empaque.
En el pasado, de la mano de sus habituales sociedades off shore o en paraísos fiscales para invertir en el extranjero, controló una parte relevante de Ukrainian Agrarian Farms Limited, en Ucrania, con derecho a un director. "Ha apostado mucho en los países de Europa del Este y exsoviéticos. Siempre fue muy visionario y se anticipaba a los fenómenos. Apenas cayó la cortina de hierro en Europa empezó a tomar posiciones en negocios de allá. Un gran aliado que lo alentó a invertir en esos países fue su amigo Hernán Büchi, quien estuvo contratado como asesor en distintos países de la ex Unión Soviética que estaban en proceso de liberalizar su economía", detalla un conocedor del empresario.
También estuvo ligado a una minera de carbón listada en Londres que cayó en desgracia y quebró, llamada Beacon Hill Resources y que extraía carbón de Mozambique. "Ha hecho negocios parecidos al de Australis y lo ha hecho calladito. Asimismo, no llora cuando pierde", recalca un cercano.
Otra aventura en mercados poco explorados para chilenos fue Venezuela. Allí fue accionista de Corpbanca en ese país, junto a Álvaro Saieh (cuya familia controla Copesa, que edita La Tercera) y Gerardo Jofré, entre otros socios, donde obtuvo buenos dividendos y rentabilidades antes de salirse del negocio, al inicio de la era presidencial de Hugo Chávez. Alguien que compartió directorios con él asegura que también ha comprado participaciones importantes en generadoras eléctricas brasileñas.
En los negocios también ha vivido desavenencias. "Es un inversionista complicado. Le hizo la vida bien difícil a todo el mundo en Pilmaiquén. Es un tipo de harto carácter para negociar", expresa alguien que lo tuvo como contraparte. Quiroga también tuvo una pelea legal con la minera Anglo American por derechos de agua del río Mapocho.
Pero sin duda que su aventura en la salmonicultura ha sido la más satisfactoria. "Cuando nadie creía en los salmones, él se metió. Es un hombre que va contra la marea y que tiene liquidez. Compra al tronar de los cañones y vende al sonar de los violines", retrata un amigo del empresario.
Un exdirector de la salmonera Australis recuerda que cuando el negocio estaba en crisis "se podría haber pensado que era mejor hacer caer a la empresa, pero él la mantuvo y le metió más de US$ 120 millones en efectivo para mantenerla viva. Y ahora se ven esos resultados. Es una persona muy jugada, de mucho carácter. Le metió plata a la empresa cuando todos estaban vendiendo sus acciones".
Para otra persona que trabajó con él la clave de Quiroga en Australis estuvo en que "él y su hijo se metieron a fondo en la gestión de la empresa y tecnificaron fuertemente a Australis. Incluso, cambiaron dos veces a la gerencia".
Su lado íntimo
Quienes lo conocen como amigo o familiar coinciden en que Quiroga es sencillo, cálido, agradable, cariñoso, generoso e inquieto. Se casó antes de cumplir 40 con su actual pareja, que también es de la zona de Los Andes, con quien tiene seis hijos, la mayoría en el colegio y en la universidad.
Le gustan la nieve y los lagos. Cuando vivía en Los Andes era asiduo al centro invernal de Portillo, pero cuando se vino a Santiago, en 2002, se hizo habitual de La Parva, donde tiene una propiedad. Antes frecuentaba Pucón y Rapel, sin embargo, ahora su destino lacustre está firme en su casa en Panguipulli.
"Le encanta el campo, es muy campechano. A fin de año o cuando empieza la temporada de cosecha, les obsequia a sus amigos una caja de kiwis o uvas de mesa", confidencian amigos del empresario, quienes acotan que le encanta esquiar, juntarse con los amigos a veranear en sus casas, ir a ver a la selección nacional de fútbol y asistir a veces a la ópera.
Es partidario de Piñera, pese a que alguna vez se reunió junto a una comitiva de empresarios con Ricardo Lagos. "No es tan político, pero tiene relaciones y amistades con personalidades de bandos de derecha y también de centro", afirman quienes lo conocen.
Amigos lo describen como "un hombre divertido, muy humano, inteligente y bueno para hacerse el tonto". Otro agrega que "si uno le pregunta cómo está, él siempre responde 'excelente'. Pueden estar desmoronándose los mercados, pero él siempre está contento, alegre y con el chiste a flor de piel".
Por estos días la vida le sonríe a Isidoro, a quien los amigos lo molestan diciéndole Eliodoro, comparándolo con Eliodoro Matte, por su riqueza.
*: Perfil originalmente publicado el 25 de noviembre de 2018, actualizado el 25 de mayo de 2020.