En Founder Institute Chile, uno de los aspectos clave que trabajamos con los emprendedores es el nunca bien ponderado pitch. Como jurado, además, he visto a decenas o quizás a cientos pitcheando y las respectivas reacciones del jurado. Ambas experiencias, por tanto, me han llevado a elaborar una lista propia de cómo NO hacer un pitch.

Decir que tu producto o servicio es único y por lo tanto no tienes competencia

Lo he escuchado en el 50% de los casos y me sugiere que: a) no se ha investigado lo suficiente, por lo que estimo que soy el único en el mercado, ó b) realmente no tengo competidor, por lo que puede ser un negocio poco seguro para el inversionista. Ambos supuestos te perjudican, salvo que seas un ex-Googler y hayas realmente inventado un nanotubo de carbón, pero aún no he visto un pitch así.

Detallar todas las iteraciones, pivoteos, y pipeline futuro de productos que se te ocurrieron.

Es clave que presentes la "versión más simple" de tu producto: el "MEA" (Mínima Explicación para tu Abuela); aunque cuando obtengas el dinero vayas a hacer miles de iteraciones, pruebas, betas, alphas… Al fin y al cabo, es tu compañía.

No estar full-time

Si no muestras un compromiso máximo con tu proyecto, un inversionista nunca va a financiar tu hobby. Es prácticamente imposible levantar capital sin estar 100% involucrado en el proyecto.

Enamorarse de la solución en vez del problema

Ese emprendedor que está full time desde hace cinco años, pero es terco e incapaz de realizar cambios drásticos en el proyecto para que tome otro rumbo. En un pitch, no se delata inmediatamente, pero casi siempre sale a la luz en el turno de preguntas.

Ponerse a la defensiva en el Q&A

No asumir las críticas conlleva al fracaso. Hay una fina línea entre ser audaz y ser un pelotudo arrogante. Escucha y, sobre todo, TOMA NOTA. Es lo más valioso de la presentación, donde se destilan los comentarios que te mejorarán como emprendedor. Es oro puro.

Mandar a un empleado a hacer el pitch

No mandes a un empleado por ti, porque demuestra falta de compromiso. El CEO es la cara visible y se encarga de buscar capital. Puede tener apoyo y el respaldo de su equipo, pero siempre da la cara.

No saber tus números

Debes demostrar seguridad y que eres experto en tu industria; saber todos los números del mercado y de tu empresa. Si no, dile al jurado que esos datos los maneja tu director de Nuevos Negocios y que responderás a su pregunta por mail. Y respóndele.

Pensar que estás levantando "capital riesgoso" (Idea de Dave McClure)

Aunque los inversionistas jueguen en la industria del "capital riesgo", no arriesgan su dinero. Al contrario, buscan eliminar esa incertidumbre. Evita elementos riesgosos y prepara las respuestas sobre cómo mitigarlos.

Falta de pasión al hablar

No me importa si dormiste mal, te duele la cabeza, no comiste azúcar o te olvidaste del café antes del pitch. La falta de pasión asusta y sugiere pérdida de dinero asegurada.

Confiar demasiado en la tecnología

Vídeos que no se reproducen, tipos de letra irreconocibles, animaciones interminables… Lleva alternativas seguras y sé resolutivo; capaz de realizar tu presentación aunque sea a oscuras.

No tener plan de acción para una segunda conversación

Muchos emprendedores se enfocan en lograr un pitch espectacular; pero cuando el inversionista muestra interés, no tienen material listo para enviar, se demoran días en prepararlo y el inversionista se enfría.

Vestirte como convicto

Esto no es California. Está bien querer tener una facha emprendedor, pero debes dar una imagen pulcra y elegante. Y, sobre todo, sé puntual.

Leer las slides

Las diapositivas son tu apoyo, no tu presentación. Si las lees demuestras que no practicaste lo suficiente o estás nervioso, y puedes perder el interés de tu audiencia.