"Los tiempos de las palabras vacías se acabaron, ahora es momento de la acción", señaló Donald Trump cuando juraba como presidente de Estados Unidos el viernes. Y la duda está instalada, porque las declaraciones del nuevo mandatario han sido abundantes, y mientras el mercado espera con ansias que se cumplan algunas de sus promesas, hay otras que preferirían que queden en el olvido.
Una de las áreas en las que abunda la incertidumbre, particularmente entre las economías emergentes, es la comercial. "Las cosas que ha dicho son, en el mejor de los casos, mixtas y, en el peor, confusas y contradictorias. Mucho puede depender de cómo el balance de poder entre el Secretario de Comercio, el Representante de Comercio de EEUU y el jefe del Consejo de Comercio Nacional de la Casa Blanca", explica en un informe Neil Shearing, economista de Capital Economics, detallando que mientras el primero presenta una postura más realista, los últimos se la juegan por una ruta más riesgosa.
Pero hay certezas. "Es claro que va a haber un giro hacia el proteccionismo", indica Shearing, destacando que "las diversas medidas que se han sugerido abarcan un amplio espectro, desde las que tendrían un impacto relativamente limitado en el comercio con mercados emergentes, hasta aquellas que representarían una reconfiguración más sustancial de las relaciones comerciales de EEUU".
En estos primeros días se espera que Trump haga oficial que el país no ratificará el Acuerdo Transpacífico, en el que está Chile, y también es posible que comiencen los esfuerzos por modificar el Nafta.
Asimismo, está la posibilidad que declare con celeridad a China como "manipulador de divisas", lo que abriría las puertas a una represalia con forma de aranceles a las importaciones del gigante asiático, tal como lo señaló durante su campaña y etapa de transición.
En el plano interno, el nuevo Jefe de Estado buscará reformar el sistema tributario, lo que también incluiría cláusulas que afecten al comercio exterior.
Junto con el Congreso, dominado por los republicanos, el mandatario intentaría incorporar un "ajuste fronterizo" al impuesto de compañías.
No obstante, Shearing asegura que "el presidente Trump parecía apoyar esta idea, pero desde entonces lo ha calificado de "demasiado complicado". Asimismo, el economista de Capital Economics indica que será muy difícil de implementar la medida que pretende gravar a las empresas que "exportan empleos en EEUU".
De esta manera, los primeros cien días de Trump, en lo que se refiere a política comercial, probablemente estarán concentrados en las medidas contra China y México.