Si el abogado Mario Bravo, representante de las compañías operadoras de criptomonedas BUDA y CryptoMKT, no usa la palabra "colusión" contra diez bancos nacionales, es por un tema de estrategia.

Esto en el contexto de las demandas paralelas que tienen ambas plataformas contra los bancos ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) por el cierre supuestamente injustificado de sus cuentas corrientes.

"No queremos acusar colusión porque es muy difícil de acreditar, pero sí ha habido un abuso de posición de dominio colectivo", explica el abogado, agregando que "cada uno de los bancos al tomar esta decisión, la tomó sabiendo que los otros bancos o les iban a cerrar cuentas o no les iban a abrir".

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La causa de BUDA -operador de bitcoin-, contra diez bancos, se ingresó al Tribunal el viernes pasado, mientras que la demanda de CryptoMKT -que transa ether y stellar- se presentó ayer.

Para Bravo, que defendió los intereses públicos en el proceso por colusión en el marco del cartel de "tissue", este caso se trata de un atentado contra la libre competencia dado que los bancos estarían defendiendo sus intereses en el negocio de medios de pago.

"La industria les está poniendo barreras de entrada porque son competidores", señala el abogado.

En esa línea, el jurista comenta que, si las autoridades "permiten" que las operadoras de criptomonedas desaparezcan del mercado porque los bancos les negaron acceso a cuentas bancarias, "sería igual" a que las compañías operadoras de telefonía eliminaran la aplicación Whatsapp por competir con su negocio de mensajería de texto, bajo la premisa de que no está regulado.

Sobre ese punto en particular, Bravo destaca que tanto BUDA como CryptoMKT se presentaron voluntariamente ante la Unidad de Análisis Financiero (UAF) y que han cumplido con sus normas y requisitos, probando que no están relacionadas con actividades de lavado de activos.

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