Aunque no acepta que ha tenido un papel preponderante en el negocio de edificios de oficinas, lo cierto es que la voz de Abraham Senerman es una de las más respetadas del rubro. Ahora, tras asumir la presidencia de Sencorp y dejar en manos de su hijo Ricardo la dirección ejecutiva de la compañía, el arquitecto y desarrollador del barrio Sanhattan afirma que está más cauteloso con sus proyectos, pero con muchas inversiones (planos) bajo el brazo.

Ahora el foco -dice- está puesto en buscar nuevos nichos en zonas no tradicionales, y encaminar la empresa hacia la internacionalización. “Estamos buscando en Perú y Estados Unidos. (...). Ahora justamente tenemos gente en Perú viendo posibilidades de construir oficinas, pero no hay nada claro aún”, cuenta.

¿Cómo está viendo la situación del país?
Vemos con tranquilidad relativa el futuro del país. Tenemos proyectos y estamos estudiándolos con más detención y con más estudios de mercados. Somos más cautelosos sobre el futuro; no hay ninguna duda de que el país se ha restringido en la parte económica. Esperamos que el 2015 nos traiga mejores augurios.

¿Ha sentido la desaceleración en el negocio de Sencorp?
Sí, la hemos sentido y por eso mismo hemos tenido que hacer un estudio de mercado más profundo para saber con qué producto salimos a la venta. Además, producto de la unión con mi único hijo tenemos la intensión de trascender y potenciar Sencorp. En ese sentido, hoy estamos en varias actividades. Tenemos habitacional, oficinas, rentas, habilitación, entre otras. Nuestra intensión es justamente mantener y aumentar el trabajo, obviamente basados en buenos estudios de mercados y cautela en definición de los proyectos. Tenemos que estar más atentos a qué proyectos y en qué plazos los vamos a desarrollar.

¿Han tenido que dejar de lado o postergar proyectos?
No, nosotros estamos con varios proyectos habitacionales como Donatello, en Las Condes; Barrio Parque, cerca de Estación Central. Además, tenemos oficinas en Apoquindo, Tobalaba y Providencia, desde 9 a 15 pisos. Hemos integrado también el área de viviendas sociales. De tal manera que hemos diversificado el negocio.

¿A esto se suman los trabajos en Estados Unidos?
Estamos internacionalizando una parte de la empresa. Esto es algo que siempre estuvo porque mi hijo vivió en Estados Unidos algunos años y él inició una posibilidad de trabajo que la hemos retomado con fuerza ahora. Me refiero a partir con un proyecto para ver la experiencia y luego seguir avanzando.

Tantear un poco el terreno…
Claro, queremos tantear terreno. Yéndonos de a poco, nunca hay que precipitarse.

Considerando su expertise en el tema, ¿cómo está viendo el negocio de oficinas de Santiago?
El negocio de oficinas ha proliferado demasiado sin control. El producto de oficinas tiene que ir de acuerdo a la demanda del mercado. Nosotros estamos siempre por la idea de diferenciarnos con la calidad de los proyectos. Hay que ver cuál es el producto que se requiere en el momento oportuno, en el sector oportuno y dependiendo también de las condiciones en que esté el país.

¿En su opinión, cómo ve el impacto que pudiese tener la apertura del rascacielos del Costanera Center?
Considero que es un tremendo edificio. Siempre he pensado que la arquitectura en Chile es muy buena, pero nosotros somos distintos, nos distinguimos por el producto. Los edificios de enfrente (Parque Titanium) están 100% arrendados. En este edificio (Titanium) hay algunos pisos desocupados por la minería, pero eso no significa que no se vayan a colocar. Hay tranquilidad en eso.

¿Pero, cómo evalúa que se habiliten los metros cuadrados del Costanera de manera paulatina dependiendo de las mitigaciones?
Es que tienen que entrar de acuerdo con las mitigaciones, pero al mercado le hace bien que entren de a poco y no todos los metros de una.

¿Hoy, en el negocio de oficinas, dónde deben estar las fichas?
Las fichas están puestas donde comenté. Ahora vamos a incursionar en los puntos más periféricos con viviendas y oficinas de otra categoría, siempre con buen diseño y buena atención al público.

¿Cuáles serían esos lugares periféricos?
Pienso que podría ser Departamental y Estación Central. Estamos investigando mercados distintos del centro de Santiago y de Las Condes. Estamos investigando estos mercados para ver qué se puede hacer, tanto en la parte habitacional como oficinas y retail.

¿Considera necesarias otras centralidades dentro de la ciudad?
Creemos que hay nichos que se pueden cubrir. Hay que entender que no es espontánea la elección de un terreno o un sector, si no que requiere de una investigación previa y también de la visita al sector y empaparse de él. Esa es la parte que mucha gente no hace, sino que se entusiasman porque a otros les va bien ahí.

Usted planteó tiempo atrás que actualmente no era el momento de hacer un edificio emblemático.
Quiero aclarar el concepto. Edificios icónicos o emblemáticos se pueden hacer no sólo dependiendo de la altura. Se trata de hacer edificios mejor diseñados y de acuerdo con el sector donde se van a construir. Desde este punto de vista es difícil encontrar terrenos, y estamos buscando no sólo en Chile, sino que afuera también.

¿Y afuera, dónde está buscando terrenos?
En Perú y Estados Unidos. También hemos tenido alguna intensión y ofertas que nos han llegado de Colombia y México, pero son opciones que habría que empezar a analizar porque Sencorp no tiene una base de datos para poder tomar una decisión en esos mercados. Ahora justamente tenemos gente en Perú viendo posibilidades de construir oficinas, pero no hay nada claro aún.

Ahora que Sencorp incorpora un área habitacional, ¿cómo ve las perspectivas en ese negocio, considerando los temas tributarios y el acceso al crédito?
Hoy día no está resentido el mercado del crédito, sino que van a subir las viviendas por el IVA; la reforma tributaria tendrá ese efecto. Además, el alza del dólar influye también en la construcción, hay insumos que sólo se compran en dólares como los ascensores.

¿Cómo ha visto la reforma tributaria?
Pienso que al inicio fue abordada de forma avallasadora, cosa que no creo que le haya hecho bien al país. Hoy, sin ninguna duda va a ser más atenuada que lo que parecía al comienzo.

¿Pero durante el proceso generó incertidumbre?
Causó molestia aquí y en el extranjero también. Piense que estos edificios están colocados a clientes extranjeros y ellos están siempre pensando hasta el último detalle para que no les afecte.

¿Qué pasó con Titanium Copiapó?
El edificio de Copiapó se fue. Estamos vendiendo el terreno porque lo que decía el estudio inicial no fue lo que sucedió seis meses después. Hicimos el proyecto, pagamos los permisos, pero la minería bajó su ritmo. Felizmente nos dimos cuenta de ello y no partimos.