Las acciones de Masisa cayeron 6,88% ayer tras reportar una pérdida extraordinaria de US$245 millones en 2017, debido al plan de desinversión de activos en Brasil y México y el deterioro de los activos en Venezuela.
Al cierre de la jornada, los papeles de la compañía llegaron a $54 la acción, el segundo mayor descenso del mercado bursátil del día. Esto significó la primera baja en una semana donde la compañía maderera lideraba los avances en la bolsa.
Pese a lo anterior, Masisa precisó que descontando estos efectos por una sola vez, la utilidad atribuible a los propietarios de la controladora sería de US$27,6 millones, que se compara positivamente con los US$19,9 millones anotados en 2016.
Estos efectos provienen, en parte, del deterioro de los activos en Venezuela por US$153,6 millones (correspondientes al 60% de participación).