La Asociación Internacional de Swaps y Derivados (ISDA), que reúne a tenedores de bonos, volvió a aplazar una decisión sobre si la estatal venezolana PDVSA entró en default y dijo esperar más informaciones.
En un escueto comunicado la entidad informó que se reunirá nuevamente el jueves en Nueva York "para continuar las discusiones" y determinar si los acreedores pueden activar los seguros (credit default swap).
"Mientras el comité trabaja para obtener información clara sobre el calendario de los pagos efectuados por el agente pagador, (...) ha decidido posponer realizar un voto sobre esta cuestión", indicó la entidad.
La reunión de este martes tuvo lugar después que la agencia calificadora Fitch rebajara la nota de la estatal PDVSA de "C" a "RD", el grado de Default Selectivo, debido a que consideró que acreedores de deuda recibieron sus pagos con retraso.
Por su parte, la agencia Standard & Poor's (S&P) declaró a Venezuela en default parcial de su deuda externa, ya que según la agencia el gobierno venezolano no logró efectuar un pago de US$200 millones aún después del período de gracia de 30 días.
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Estos anuncios ocurrieron en una coyuntura de enorme inquietud sobre la capacidad venezolana de pagos de sus obligaciones, mientras el gobierno se empeña en un esfuerzo negociador para reestructurar su deuda, que asciende a unos US$150.000 millones.
Venezuela tiene por delante pagos por US$1.470 millones hasta fin de este año, y por US$8.000 millones en 2018, pero sus reservas internacionales ascienden apenas a unos US$9.700 millones.