De acuerdo con lo informado ayer por el Banco Central, la actividad económica durante marzo se expandió marcadamente por encima del consenso adelantado por el mercado al registrar un avance interanual de 4,6%. Aún más, sin el efecto calendario del mes -que abarcó dos días hábiles menos respecto de 2017- la economía nacional se habría expandido 6,1% en 12 meses.
De esta manera, si la publicación oficial del 18 de mayo no trae revisiones importantes de las cuentas nacionales, el PIB del primer trimestre habría crecido 4%, lo que corresponde a la expansión más robusta desde 2013 y consolida a la vez el despegue de la actividad iniciado durante la segunda mitad del año anterior.
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Ahora bien, ¿qué interpretación de la posición cíclica actual se puede hacer a partir de estos datos? La sensación que dejan las cifras de Imacec del primer trimestre es mixta. Desde luego la exigua base de comparación minera contribuyó de manera determinante en los resultados: si bien durante el trimestre el valor agregado de la minería aportó alrededor de un tercio del PIB total, sólo durante marzo aportó casi el 45% del crecimiento del Imacec, aunque desde luego, estos efectos estaban plenamente adelantados.
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Lo relevante de las cifras, por ende, radica en la velocidad de expansión de los sectores no mineros. Aquí la información de marzo indica que a pesar de la diferencia en días hábiles, se registró un crecimiento de 2,9% en 12 meses, inducido por el avance del comercio y los servicios, mientras que los datos desestacionalizados sugieren, a su vez, una aceleración de la velocidad de expansión en el margen.
En suma, incluso a pesar de dificultades puntuales -como en la industria manufacturera- la economía vuelve a ganar tracción por el lado no minero en el momento justo en que se comenzará a extinguir la exigua base de comparación cuprífera. Para que la economía nacional se termine expandiendo efectivamente en torno a 3,5% este año, como lo sugieren las expectativas oficiales y privadas, resultará clave que la velocidad de expansión de los sectores no mineros se incremente a lo largo del año; sólo en nuestro escenario, el 80% del 3,7% de expansión del PIB que pronosticamos para este año se sostiene en que el buen rendimiento no minero se mantenga.
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*El autor es economista senior de Banchile Inversiones.