El pasado martes, la Asociación de AFP eligió a Spencer Stuart como head hunter para hacerse cargo del proceso de búsqueda de directores para que representen a las gestoras en las sociedades anónimas en que tienen participación.
La firma fue seleccionada tras haber sido parte de los 10 head hunters invitados a participar del proceso, grupo que luego fue reducido a una terna compuesta por Cadwell Partners, C Talent y Spencer Stuart.
Fuentes cercanas aseguran que tras la definición, el gremio no puede poner exigencias de selección al head hunter, pero sí "hacer sugerencias de parámetros".
En esta línea, añaden, la idea es que los nombres que se definan para ser propuestos en las juntas de accionistas de las compañías que renuevan su directorio en abril de 2018 cumplan con una característica clave: diversidad. En concreto, debe haber una amplia gama de profesiones entre los ejecutivos, además de diversidad de género.
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La mayor participación femenina no es una novedad de este año. Ya para el proceso anterior de 2017 y 2016, que fue comandado por el sociólogo Max Vicuña de AMV Amrop, éste fue uno de los principales objetivos.
A modo de ejemplo, este año un 30% de los 20 directores propuestos por las AFP y que fueron elegidos por las empresas, son mujeres, lo que representa un aumento de un 50% respecto a los cuatro años previos.
Eso sí, para 2018 el número de directores que deben definir las administradoras es significativamente inferior a los representantes independientes elegidos en abril de este año, donde en total serían menos de 10. Eso sí, comentan fuentes de la industria, las AFP están conscientes de que en el período previo a las juntas de accionistas puede haber un éxodo de directores de diferentes compañías, lo que obligaría a renovar las mesas de aquellas empresas. ¿La razón? Principalmente a lo que pueda pasar en la segunda vuelta presidencial.
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Según el registro de directores que lleva la Superintendencia de Pensiones, y de donde deben salir los nombres para los directorios, actualmente hay 1.288 personas inscritas, de los cuales 26 se han inscrito después de que terminara el último proceso de selección. De esos, sólo cuatro son mujeres.
Eso sí, quienes han participado de procesos anteriores comentan que en ocasiones es el propio head hunter quien contacta a candidatos para que éstos se inscriban en el registro.
Con todo, para cada puesto disponible la firma debe presentar, a lo menos, una terna a las administrados para que ellas decidan el nombre final.
