Una inusual bienvenida recibió el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, de parte de la Comisión ad hoc de la Cámara de Diputados que lo citó ayer para conocer la agenda legislativa.

Y es que si bien el primer saludo fue muy cordial -dado que se conocen del primer período del Presidente Piñera- la sesión fue subiendo de tono a tal punto que hasta el diputado José Miguel Ortiz (DC), conocido por su tono siempre mesurado, encaró a la autoridad.

Todo partió cuando Larraín inició su ponencia hablando de la situación en que había recibido las finanzas públicas, comparando los gobiernos de Piñera I y Bachelet II en términos de crecimiento y de deuda pública. Además hizo hincapié en la polémica de los últimos días en torno al sorpresivo aumento del déficit fiscal estructural que de acuerdo al Consejo Fiscal Asesor (CFA) fue de 2,1% y no de 1,7% como se había informado preliminarmente.

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Los diputados de la extinta Nueva Mayoría y del Frente Amplio simplemente no dejaron terminar su exposición y cada uno, al solicitar la palabra, le enrostró su molestia por el tenor de las declaraciones de su par, el ministro de Economía, José Ramón Valente, y le solicitaron explicaciones por el ajuste fiscal anunciado. Además cada uno le iba señalando que no estaban disponibles para una rebaja de impuestos a las empresas.

El primero en abrir los fuegos fue el diputado PC, Daniel Núñez, quien le solicitó detalles sobre el plan de austeridad: "si escucho que va a enviar una reforma tributaria (RT) para reducir los ingresos fiscales debo expresarle mi preocupación".

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Luego el diputado RD debutante en este grupo, Giorgio Jackson, le preguntó por qué los gráficos que presentaba partían en 2010 y no antes, para contar con un panorama más cíclico de los indicadores, y pidió una proyección de los ingresos que esperaban por la entrada en vigencia de la RT.

"Nos gustaría saber cómo va a financiar los US$7.000 millones del programa de gobierno. Esta discusión económica no puede estar aislada porque los programas son parte del desarrollo del país", conminó a su vez el diputado Manuel Monsalve (PS).

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Un tono más duro utilizó el diputado Marcelo Schilling (PS) al señalar el episodio déficit: "ponga en justa dimensión este escándalo. Sus palabras no son las mismas de su colega de Economía quien ha dado la sensación de que se esfumaron US$1.100 millones, cuando no es así".

Culminó la ronda, Ortiz: "por un lado tenemos al ministro Valente que poco menos dice que este país va a quebrar. Por otro lado dicen que se estaba cayendo a pedazos. Acá se están construyendo imágenes que no ayudan a legislar porque no puede quedar en el aire la sensación de que los últimos 4 años fueron un desastre".

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El ministro tomó estas declaraciones con calma -"no encontré dura la bienvenida, hasta la encontré cariñosa", bromeó-, no obstante insistió en su punto: "he sido cuidadoso en mis palabras, en no usar adjetivos, pero tampoco podemos minimizar el tema del déficit estructural".

Asimismo recalcó que espera en el segundo trimestre enviar el proyecto tributario y conminó a la Comisión a debatirlo: "supongo que si proponemos un proyecto fiscalmente neutro, habrá al menos una disposición al diálogo. Imagino".

Respecto a las dudas por el ajuste, Larraín señaló que se enfocará en gasto corriente, pero sin descartar la eliminación de algunos programas sociales "que estén mal evaluados".