Su preocupación está centrada en que los bancos que retiren bases, efectivamente participen en la licitación 2014. Pero no por ello deja de evaluar el impacto del nuevo sistema.
¿Cómo están viendo el proyecto de ley que termina con el CAE?
Por lo que tenemos entendido no está avanzado en el Congreso. Por tanto, no hay una perspectiva de tiempo en el cual se va a aplicar y a modificar los sistemas.
¿Fue una buena idea ingresar un proyecto con estas características?
El riesgo que existe cuando es fondo público exclusivo, es que frente a una crisis financiera, una contracción, lo primero que se reducen son los fondos no esenciales, por tanto, el financiamiento de educación superior puede quedar sujeto a mayores vaivenes o riesgos de contracción de la disponibilidad de fondos públicos. No se visualiza nada en el horizonte cercano, por las condiciones económicas del país, pero es un riesgo teórico que siempre existe.
¿Es un riesgo un crédito financiado 100% por el Estado?
Es importante que en la discusión parlamentaria quede muy claro, más allá de que la Ley de Presupuestos de cada año, la definición de cuántos son los recursos que se van a usar en créditos, que exista un compromiso de que al menos se le cubra a x cantidad de estudiantes y no quede sujeto año a año a la Ley de Presupuestos. En ese caso quedas totalmente expuesto a que en alguna ocasión se puedan reducir significativamente los fondos.
El CAE seguirá operando mientras no haya reforma. ¿Qué impacto provoca la incertidumbre?
En algún minuto habrá que analizar la licitación de este año, donde nos va a permitir ver si realmente hay interés de los bancos privados de seguir participando o simplemente vamos a tener que reducir a BancoEstado. Si fuera así, me imagino que habrá que conversar por cuánto tiempo esto se puede extender en el tiempo, porque también para BancoEstado debe ser una carga importante tener que estar soportando todos los años en exclusiva un sistema que estaba pensado para que funcione con varios bancos.
¿Podría provocar una restricción en la entrega de créditos?
Es es el gran riesgo que existe en cualquier sistema que está financiado exclusivamente con recursos públicos, si es que no hay explícitamente en la ley un compromiso de financiamiento que opere para todos quienes pertenezcan a este quintil o a este otro y que esté determinado por el universo de los beneficiarios. Si eso no está, y queda sujeto a una definición de fondos que se haga anualmente en la Ley de Presupuestos, el riesgo es altísimo que bajen los fondos.
Se ha criticado mucho al CAE. ¿Es un buen sistema?
Cuando uno analiza el comportamiento del sistema, por qué se produjo la crisis, la verdad es que se produjo exclusivamente por la crisis financiera de 2009, porque la ley tenía un error que es impedir que el Estado entregara crédito directamente. Entonces tuvimos que pagarle a los bancos bastante caro para que ellos entregaran créditos. En esa situación, en que no tuvimos una alternativa desde el punto de vista público, se alteró todo el funcionamiento del sistema.
¿Qué se pierde con la implementarse este proyecto?
Se está perdiendo una fuente de recursos súper importante. Si mal no recuerdo, son más de $800 mil millones lo que han puesto los bancos en estos seis años de funcionamiento. Eso va tener que estar cargado a futuro al presupuesto público y que como todos sabemos, es poco sustentable en el tiempo.