El Gobierno alemán estima que este año el producto interior bruto (PIB) crecerá un 2,3%, lo que sería el crecimiento más fuerte desde 2011, mientras que para 2019 se espera que la economía experimente una expansión del 2,1%.

Así se desprende de las previsiones económicas del Gobierno presentadas hoy por el ministro de Economía, Peter Altmaier.

"La coyuntura alemana sigue con impulso, el auge continúa", afirmó Altmaier en conferencia de prensa, al presentar esas estimaciones.

Los pronósticos del Gobierno son más optimistas que los de los principales institutos de estudios económicos que contemplan una subida del 2,1% para este año y del 2,0% para el próximo.

No obstante, el pronóstico de este año se corrigió ligeramente a la baja, una décima menos, con respecto a las últimas previsiones que se presentaron a comienzos del año.

"La ligera revisión a la baja se debe a que algunos indicadores empeoraron a comienzos del año, pero la tendencia general es buena. En las empresas el ánimo es bueno y hay disposición a aumentar las inversiones", dijo el ministro.

Las exportaciones alemanas, según el pronóstico, crecerán un 5,0% este año y un 4,4% el próximo.

Sin embargo, las importaciones, debido al fortalecimiento de la demanda interna, tendrán un repunte aún mayor, un 5,8% en 2018 y un 5,5% en 2019 con lo que se reducirá el superavit comercial.

Para 2019, según Altmaier, el superavit de la balanza alemana de cuenta corriente bajará al 7,5% del PIB.

"Poco a poco nos acercamos a un equilibrio entre exportaciones e importaciones", apuntó el titular de Economía.

El alto superavit alemán ha sido en los últimos años duramente criticado por organizaciones internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Los impulsos de la demanda interna y de las inversiones serán importantes para el crecimiento.

Se espera que la industria aumente sus inversiones en equipo debido a que necesita aumentar sus capacidades para cubrir la demanda y la actividad del sector de la construcción seguirá siendo fuerte, favorecida por los bajos intereses.

La buena situación coyuntural hará que el empleo siga en aumento -se espera un millón de personas más con trabajo para 2019- y que el desempleo, actualmente en un 5,4%, siga a la baja.

Además, el Gobierno cuenta con un aumento de los salarios netos lo que, unido a la buena situación del mercado laboral, dará impulsos a la demanda.

Para 2019, por otra parte, empezarán a tener efecto en el crecimiento medidas del Gobierno que aumentarán el ingreso de las familias, como bajadas en las cotizaciones de la seguridad social o el aumento de los subsidios por hijo.

"Alemania va bien económicamente, incluso muy bien. Eso es algo que se reconoce internacionalmente y que algunos de nuestros socios envidian", dijo Altmaier, para agregar: "Tenemos que sentar las bases para que este auge económico continúe en los últimos años".

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Uno de los principales retos de la política económica, según el ministro, es la escasez de mano de obra cualificada que puede agravarse debido a efectos demográficos.

En la década de los 20 de este siglo, recordó el ministro, empezarán a jubilarse los trabajadores de la generación del llamado "baby boom".

Ante ello, se requerirá, por una parte, optimizar la formación de los jóvenes disponibles en Alemania y, por otro lado, el curso de la legislatura se debe aprobar una ley para incentivar la inmigración de trabajadores cualificados.

"En el acuerdo de coalición está escrito que se debe llegar a una ley para la inmigración de trabajadores cualificados. No puedo entrar en detalles puesto que todavía estamos en un proceso de discusión interna", señaló el ministro.

Las previsiones económicas de primavera son la base para las estimaciones de la recaudación fiscal que deberán presentarse en mayo.