Los niveles de contaminación de la capital británica alcanzaron ayer su límite legal para 2018 a un día de terminar el primer mes del año, creando alarma entre grupos de defensa del medioambiente y los ciudadanos. El dato se aproxima al registrado en 2017, cuando se llegó a los límites legales de polución antes de que terminara la primera semana del año, concretamente el día 6 de enero. La contaminación del aire está asociada a la muerte temprana de unas 40.000 personas al año en el Reino Unido.
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