Cerca del 90% de las entregas de Chilexpress se realizan al día siguiente de haber sido enviadas por los remitentes. En una compañía que tiene 340 oficinas de atención a público por todo el país esto no es menor.

Durante el día miles de personas concurren a estas sucursales a dejar sus encomiendas. Al final de la jornada todo se clasifica, para luego ser repartido durante la noche. “Nuestro negocio no admite que tengamos procesos que nos sean instantáneos”, explica Alfonso Díaz, gerente general de Chilexpress, quien lidera la estrategia y filosofía de sustentabilidad dentro de esta empresa.

Pero no sólo está el desafío de cumplir con el tiempo de entrega, sino también de hacerlo más eficiente en términos de costos, especialmente si se considera que este rubro se basa en el transporte. “Tenemos la suerte de estar en una industria que inevitablemente está amarrada a temas medioambientales. Por lo tanto, tenemos una ventaja: en la medida que perseguimos eficiencia y productividad, logramos impactos positivos en el entorno. Pero nuestra mirada va más allá de lo medioambiental”, agrega Díaz.

¿Cuál es esa mirada?

Entendemos que la sostenibilidad no es sólo una lista de iniciativas. Por supuesto que requiere de actividades, pero la vemos más como una perspectiva, como una forma de abordar nuestras decisiones que impactan a largo plazo. Nos queremos asegurar no sólo de estar cumpliendo con una prestación de servicios, sino además con un rol en la sociedad. Incluso, retrocediendo en el tiempo, cuando aún no se hablaba de estos conceptos, ya teníamos criterios de sustentabilidad

Pero hace dos años ustedes hicieron una definición más explícita

Claro. Desarrollamos un reporte en GRI 4 el 2013. Fue el primer año que salió, por lo tanto tuvimos que aprender al mismo tiempo a hacer un reporte, lo que era GRI y además, cómo hacerlo en GRI 4. Decidimos utilizar esta versión porque está muy en sintonía con nuestra mirada. No estamos de acuerdo con reportes extensos que muestren una lista interminable de obras. Lo que queremos es que las empresas diagnostiquen y comuniquen qué es lo que esencial dentro de su sustentabilidad. No queremos que el reporte se transforme en un diario mural de actividades, sino que exhiba donde nos las jugamos.

¿Y dónde se las juegan?

Basamos la sustentabilidad en cuatro focos: Nuestros clientes; nuestra operación, que está muy enfocada al impacto en el medioambiente; las prácticas laborales; y nuestra contribución al desarrollo. Pero dentro de estos focos, nuestra prioridad está en el medioambiente, por su innegable unión con el transporte. Dentro de este contexto, hace dos años comenzamos a asesorarnos por expertos, como por ejemplo con Marcelo Mena (actual subsecretario del Medio Ambiente), Fundación Chile y Triciclos. Finalmente nos pusimos metas y comenzamos a buscar los caminos. Pero todo con un plazo a cinco años. O sea, para el 2020.

¿Cuáles son esas metas?

Primero, la reducción de la huella de carbono en un 30% en cada envío que hagamos. Luego, está la contaminación, que no exactamente lo mismo que la huella. Nuestra meta es disminuir el 90% del material particulado que emitimos al 2020. Por otro lado, está la eficiencia energética, la idea es disminuir la intensidad energética en 30% o bien, reemplazarla por ERNC. En cuarto logar están los residuos. Esperamos disminuir en 90% el envío a vertederos y lograrlo con no menos de un 55% de reciclaje. Por último, está nuestra meta de “abastecimiento responsable”. O sea, que de aquí a cinco años todo nuestro abastecimiento funcione con criterios rentables y sustentables. Con estas metas planetadas nos pusimos a trabajar de inmediato en las iniciativas.

¿Qué acciones específicas tienen con respecto al transporte?

Ya hemos hecho varias cosas y tenemos que seguir haciendo otras. Por ejemplo, acabamos de terminar la renovación de toda nuestra flota (comenzamos el 2013) de reparto a estándar Euro 5, a los cuales además les agregamos un filtro adicional que en definitiva, reduce cerca de  99% la emisión de material particulado. También estamos trabajando con la aerodinámica de los vehículos, principalmente en la flota troncal. Incorporamos dispositivos que mejoran el coeficiente aerodinámico. Además, hemos realizado cursos de conducción eficiente, porque también es importante manejar el consumo de combustible.

¿Y qué hacen con los servicios de transporte que subcontratan?

Tenemos un modelo mixto con flotas propias y flotas de terceros. Obviamente nosotros partimos con la renovación, que está terminada. Ahora estamos dedicados a encontrar las fórmulas para incentivar y promover también la renovación en nuestros contratistas.

Hacia dentro

¿Cómo permear esto a  los empleados de Chilexpress?

Este es un compromiso que viene desde la alta dirección, que me incluye, pero también viene del directorio. Pero involucrar a la compañía en generales un proceso.  Algunas medidas no son tan evidentes en el día a día, pero se puede lograr también con pequeñas iniciativas. Por ejemplo, instalamos un sistema de carpooling entre nuestros empleados, para que compartan sus viajes, lo que claramente tiene un impacto medioambiental, pero también para el bolsillo.Yo diría que es un proceso, pero que no está para nada concluido, pero claramente la gente el principal motor de esto.

Pero ustedes no tienen una gerencia, departamento o área de sustentabilidad.

Exactamente. No hay un área específica. Quizá cuesta un poco más que avancen las cosas, pero en Chilexpress hemos apostado por otro modelo, donde estos temas lo lidera un comité, un consejo, no una persona en específico.