No fue coincidencia que la única dupla que sobreviviera los cuatro años del gobierno de Sebastián Piñera fue la que conformaron Cristián Larroulet como ministro y Claudio Alvarado como subsecretario en la Segpres.
Tampoco es coincidencia que el Presidente electo haya decidido que el militante UDI se repitiera el plato, esta vez secundando al militante de Evópoli Gonzalo Blumel, quien ejercerá como titular de la cartera.
Es que la dupla que conformaron Larroulet y Alvarado supo consolidarse durante la anterior administración de Piñera a punta de un "muñequeo político" que recayó fundamentalmente en el ex diputado.
Por lo mismo, ante la evidencia de que la configuración del nuevo Congreso manifiesta un mayor fraccionamiento, Piñera optó por la experiencia de un hombre que supo negociar con una oposición muy dura, como lo fue la Concertación entre el 2010 y el 2014.
"La misión de este ministerio es hacer jugar a los demás. Nuestro perfil mediático fue siempre de segundo plano y afloró en circunstancias especiales", decía Alvarado en marzo de 2014, a días de que su gestión finalizara, para resumir parte de la estrategia de negociación con la que trabajó durante su primer período.
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Sus 16 años como parlamentario fueron claves para facilitar el diálogo con los que hasta un año antes habían sido sus "colegas" .
Por lo mismo era habitual verlo llegar temprano al Congreso para conversar, muchas veces con risas de por medio, con legisladores de todos los sectores políticos.
En esta nueva gestión, la fórmula se anticipa parecida a la de la administración anterior. Blumel, al igual que Larroulet, tiene un perfil más "técnico", lejano a las dinámicas propias del Parlamento, por lo que Alvarado, nuevamente, tendrá que asumir el peso de negociar con los legisladores para sacar adelante los proyectos del nuevo Gobierno.
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