Antes de los sándwiches de salmón ahumado y las bandejas de sushi de salmón en las estanterías de los supermercados, hubo un tiempo en que el pescado era un bien caro en vez de una comida casual.

La salmonicultura cambió esto. Pero tras una fuerte alza en los precios por la creciente demanda global, ejecutivos de la industria advierten que el pescado podría perder pronto su estatus de masivo. “En el pasado, el salmón era un producto de lujo. Si los precios suben más, podría nuevamente verse reducido a algo sólo para la gente con más dinero”, dice Philippe Barbe, director ejecutivo de Ocean Direct, un distribuidor de salmón francés.

Los precios del salmón se dispararon por sobre 50 coronas noruegas (US$8,50) el kilogramo a un récord máximo el año pasado debido a la fuerte demanda en países como Estados Unidos y mercados emergentes como Brasil. Y muchos de los productores e inversionistas que se reunieron en Bruselas esta semana para la Seafood Expo esperan otro buen año.

La creciente popularidad del sushi y la creciente conciencia de que el salmón es una buena fuente de ácidos grasos omega 3, está detrás del alza en la demanda.

“Ha habido un cambio en el lado de la demanda”, plantea Klaus Hatlebrekke, director de operaciones de la salmonera Norway Royal Salmon.

La demanda por el pescado en 2012-13 -que creció entre 6% y 7% anual- ha sido mucho más fuerte que las tendencias históricas, sostiene. El fuerte aumento en los precios ha significado que el valor de las exportaciones del salmón noruego en 2013 subiera 35% en comparación con el año anterior.

Los productores salmoneros también han reportado un aumento en las ganancias. Las utilidades de Marine Harvest, la mayor salmonera del mundo, con operaciones en Noruega, Chile y Escocia, subieron seis veces en 2013, mientras Norway Royal Salmon reportó sus mejores resultados en sus 21 años de historia.

Puede haber más apoyo por el lado de la oferta. El cultivo del salmón enfrenta desafíos estructurales que están limitando el crecimiento de la oferta, dice Georg Liasjø, analista de ABG Sundal Collier, un banco de inversión con sede en Oslo.

En Noruega, el mayor productor de salmón cultivado, la producción está restringida por el gobierno, que emite licencias, mientras el riesgo de enfermedades pone un límite en cuántos peces se puede cultivar en las granjas existentes, dijo en Bruselas esta semana.

Los mayores precios de los alimentos de los peces y otras materias primas también están presionando al alza los costos de producción.

Los precios en 2013 también se vieron afectados por un importante factor cíclico: las temperaturas del mar. Noruega registró una temperatura del mar más fría que lo habitual el año pasado, impidiendo el crecimiento de los peces.

“En el largo plazo, los límites físicos y regulatorios en el crecimiento de la oferta, junto con una demanda en auge por parte de los mercados emergentes debiera llevar a que continúen elevados los precios del salmón”, sostiene la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO, su sigla en inglés), en Roma.

La industria anticipa que los precios se mantendrán elevados. En comparación con un promedio de 30 coronas noruegas el kg. en 2013 -el mayor desde los años ‘80- se espera que en 2014 llegue a 40 coronas noruegas, mientras para 2015 se espera que el precio esté entre 38 y 40 coronas noruegas.

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