Según lo esperado, la Dirección del Trabajo (DT) ha iniciado la emisión de dictámenes para reglamentar la Reforma Laboral. El primero de ellos refiere a los servicios mínimos. Lo primero que se debe observar es el largo período para la definición de estos, a partir de una propuesta del empleador, y el ciclo de negociación y apelaciones ante la DT. Asimismo, como han subrayado los expertos, el dictamen es restrictivo en su interpretación y existe un incentivo para que ambas partes puedan manipular el sistema en función de sus propios intereses. Sin embargo, lo más complejo es si la entidad estatal tendrá la capacidad de resolver las contiendas y las dudas acerca de si el organismo tiene además la autonomía política suficiente como para decidir y el nivel de competencia técnica para definir servicios mínimos en una multitud de industrias. El primer dictamen de la Dirección del Trabajo claramente confirma los riesgos de la frondosa regulación que ha introducido la Reforma Laboral y su potencial estímulo a una mayor conflictividad laboral. Una crítica que no sólo viene de los expertos locales, sino también desde el Fondo Monetario Internacional. En el capítulo IV sobre nuestro país, el organismo calificó ayer como “inciertas” las implicancias que puede producir la Reforma Laboral en la economía local, como efecto de sus “ambigüedades legales”.