"Esperemos que la gente que tiene en sus manos esta modificación a la Ley de Pesca lo haga bien y que sea pensando en el futuro de Chile, del sector y de los miles de trabajadores que operan tanto en el norte como en el centro sur del país".
Con esas palabras el presidente de Empresas Copec, Roberto Angelini, se refirió ayer a los cambios que el Ejecutivo prepara para la Ley de Pesca, en el marco de la modificación a la normativa comprometida por el Presidente, Sebastián Piñera.
Angelini, que participa en las filiales de Copec, Corpesca e Iquique-Guanaye (Igemar, mediante la cual controla a su vez a Orizon), señaló, tras participar en la junta de accionistas de esta última, que el sector está "lleno de patentes y royalty, lo que encarece la operación".
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"Ojalá que lo estudien y modifiquen", dijo al ser consultado sobre la necesidad de hacer cambios en el impuesto específico al sector, considerando que las empresas del rubro pagan un royalty que depende de las cuotas de captura asignadas y no de lo que se extrae en realidad, a lo que también se añade el pago de patentes.
En esa línea, el empresario afirmó que la situación actual genera incertidumbre y que esta sensación se mantendrá hasta que se apruebe la nueva normativa.
"Mientras no tengamos una Ley de Pesca aprobada se genera incertidumbre", apuntó.
"Lo que interesa es que sea una ley que permita trabajar con tranquilidad y con proyecciones de futuro, que permita invertir. El sector pesquero es muy dinámico y requiere de leyes claras, normas precisas para poder trabajar", aseveró.
Al mismo tiempo, mencionó que los informes de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), han catalogado a la normativa como una buena ley.
"Hay informes de la FAO, que llegaron hace tiempo atrás a Chile y que estiman que la Ley técnicamente es bastante buena. Así que esperamos que se basen en esos informes y se saque una buena ley", destacó.
La situación actual
En la carta dirigida a los accionistas de Igemar, Angelini señaló que en el caso de Orizon, los desembarques de origen industrial se vieron afectados por una menor disponibilidad de recursos como la sardina común y la anchoveta durante el año pasado, a lo que se sumó un marco de precios internacionales a la baja para la harina, el aceite y las conservas de pescado, que cayeron respecto al período anterior en 10%, 29% y 24%, respectivamente.
"Todo ello, sumando el significativo incremento de los impuestos específicos a partir del año 2018, producto de la normativa legal vigente, significó para Orizon terminar el ejercicio 2017 con una pérdida de US$ 86,8 millones", sostuvo.
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En el caso de Corpesca, en tanto, acotó que sus capturas durante 2017 siguen siendo menores a las de períodos anteriores.