Es por lejos uno de los conceptos que más ha sonado en los debates de economía digital a nivel mundial este 2017 y sus movimientos no dejan de sorprender.
Tras una fuerte caída de su valorización en las últimas dos semanas el bitcoin volvió a la carga ayer, y lo hizo en forma enérgica: anotó un avance de 15,67%, cerrando en US$15.924,9.
Sin duda, este repunte llamó rápidamente la atención tras una semana para el olvido, donde la criptomoneda registró una estrepitosa caída de 26,27% entre el pasado 18 de diciembre y el 25 de diciembre.
Más allá del susto para los inversionistas de esta moneda, y quienes siguen su desempeño a diario, lo cierto es que en 2016 el bitcoin cerró en US$ 952 y abrió 2017 en US$ 1.012. De ahí en adelante el avance de la criptomoneda fue sorprendente, pues cuando prácticamente queda poco para cerrar 2017 ha mostrado un incremento de 1.573%
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Otras monedas que son consideradas rivales para el bitcoin también experimentaron alzas. Mientras el Ethereum, denominada como la segunda criptodivisa, tuvo un menor avance de 0,48% (al cierre de esta edición), el Litecoin creció en 4,86% y Ripple lo hizo en 4,35% (al cierre de esta edición).
Chile no se queda atrás en este mercado. De hecho, la criptomoneda local llamada Chaucha por sus creadores César Vásquez y Camilo Castro, en apenas dos meses ha logrado un avance de 70.000% luego de transarse en $1 desde octubre, mientras que los últimos datos la sitúan por sobre los $690, de acuerdo a Orionx.io.
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"Claramente hay un ámbito de especulación, pero eso no le quita validez a la tecnología que lo permite", dijo a PULSO el desarrollador de 27 años.
Justamente, enteder cómo opera este sistema es una de las grandes dudas para quienes se sienten atraídos por el explosivo éxito de las criptomendas, un mercado que por sus sobresalientes números azules, llama derechamente a invertir.
Un sistema complejo de entender
El bitcoin es un tipo de moneda digital que se creó y mantiene actualmente en forma electrónica. La criptomenda no es impresa, como ocurre con el peso chileno, los dólares, euros o el yen. Eso sí, son producidos por personas naturales y empresas alrededor del mundo que operan a través de un software utilizado para la resolución de problemas matemáticos.
El bitcoin, que se diferencia del dinero tradicional, tiene como una de sus características principales su descentralización. Es decir, no existe una institución que controle toda su red operativa.
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La creación de este sistema puede llegar a ser tan misteriosa como su creador. Tras años en el anonimato, el australiano Craig Wright reveló ser el supuesto impulsor de la moneda, y quien durante años usó el seudónimo de Satoshi Nakamoto. Pese a que presentó pruebas para comprobar su identidad, una lluvia de comentarios negativos en su blog personal le impidieron seguir adelante. "Cuando los rumores empezaron, se atacaron mis cualidades y mi personalidad. Cuando esas acusaciones se demostraron falsas, han empezado otras. Ahora sé que no soy suficientemente fuerte para esto", dijo el informático en un comunicado publicado en www.drcraigwright.net, despidiéndose además de su activismo en redes.
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Sin duda, ese es una de las tantas incógnitas del bitcoin. Lo que sí está claro es que según el sitio Orionx.io, "Bitcoin es creado digitalmente, por una comunidad de personas a las que cualquiera puede unirse. Los bitcoins son "minados", usando la potencia de cómputo en una red distribuida". La página que entrega información sobre criptomonedas, señala además que "esta red también procesa las transacciones realizadas con la moneda virtual, efectivamente haciendo bitcoin su propia red de pago".
El debate
Respecto a la volatilidad presentada por la criptodivisa en los últimos días, y considerando el repunte de ayer las opiniones respecto al funcionamiento de la moneda son variados.
En ese sentido, el experto de Bloomberg, Mohamed El-Erian, cuestiona "si la reciente corrección de precios terminará siendo lo que los actores del mercado califican como saludable" (ver columna de opinión en página 15).
Desde esa interrogante, las apreciaciones se diversifican. Es el caso de Andrei Popescu, cofundador de COSS, compañía vinculada a la economía digital, quien cree que "uno no tiene que acertar en este mercado, basta con equivocarse menos que el resto".
Para el economista Paul Sullivan de la Universidad de Georgetown, "el Bitcoin parece ser la versión moderna de la Tulipomanía. No hay una base real para solidificar su valor. Sin duda, cualquier moneda puede colapsar si se encuentra en las peores condiciones, como lo qué pasó con el marco alemán, el dólar zimbabuense, el riyal iraní y en la actualidad con el bolívar venezolano".
Tom Lee, uno de los mayores alcistas de bitcoin en Wall Street y titular de investigación de Fundstrat, dijo que cualquiera que diga que bitcoin se basa en nada no ha "hecho sus tareas". Y defendió que como más personas la están usando, mayor debiera ser su valor. A su vez, el Nobel de Economía Paul Krugman señaló a Business Insider que bitcoin "es algo sofisticado y tecnológico que nadie entiende realmente. Aún no se ha demostrado que sea útil para realizar transacciones económicas".
Más radical en sus planteamientos ha sido Shmuel Hauser, presidente de la Autoridad de Valores de Israel, dijo que propondrá una regulación que prohiba que las empresas basadas en las monedas digitales tengan acceso a la Bolsa de Valores de Tel Aviv.