Anheuser-Busch InBev (AB InBev) , la cervecera más grande del mundo, deberá desprenderse de siete marcas en Argentina para evitar un dominio excesivo del mercado local de la bebida tras la adquisición de su rival SABMiller en el 2016, dijo el miércoles el Gobierno del país sudamericano.
La medida, que implicará la "desinversión o cesión de 7 marcas por parte de AB Inbev a CCU Argentina" -filial de CCU Chile-, fue dispuesta en base a una propuesta de las firmas para adecuarse al mercado local, explicó el Ministerio de Producción en un comunicado.
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"CCU Argentina incluirá en su portafolio las marcas Isenbeck, Iguana, Norte, Diosa y Báltica; e incorporaría las licencias de las marcas Warsteiner y Grolsch", detalló la nota.
"A cambio, CCU Argentina devolverá la marca Budweiser, de propiedad de AB Inbev a nivel global, y recibirá pagos de hasta US$400 millones en un plazo de hasta 3 años", añadió.
En septiembre, CCU había dicho que recibiría un pago de US$306 millones de AB Inbev por el término anticipado de la licencia Budweiser en Argentina, como parte de un amplio acuerdo de intercambio de marcas.
La propuesta se dio en el marco de una investigación que realizó la Comisión Nacional de la Competencia sobre el impacto local de la compra de SABMiller por parte de AB InBev.
Si la operación hubiera sido aprobada sin condiciones, la firma con base en Bélgica habría controlado hasta el 85% del mercado argentino, según el regulador antimonopólico.