Enfrentando demandas y la molestia de los consumidores luego de que admitiera que ralentizó el funcionamiento de los iPhone antiguos con baterías deficientes, Apple dijo que recortará los precios de la fuente de poder de reemplazo y cambiará su software para que los usuarios puedan verificar su estado.
En una publicación en su sitio de internet, la firma se disculpó por su manejo del problema y dijo que realizará una serie de cambios para que sus clientes "reconozcan su lealtad y recuperen la confianza de cualquiera que haya dudado de las intenciones de Apple".
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La compañía anunció la medida para abordar las preocupaciones sobre la calidad y la durabilidad de sus productos en momentos en que cobra US$999 por su modelo más nuevo, el iPhone X.
Apple dijo que reducirá el precio de una batería de reemplazo fuera de garantía de US$79 a US$29 para un iPhone 6 o posterior, a partir del próximo mes. La firma también actualizará su sistema operativo iOS para que los usuarios puedan comprobar si la batería tiene problemas y está afectando el rendimiento del teléfono.
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"Sabemos que algunos de ustedes sienten que Apple los defraudó", dijo Apple en la publicación. "Nos disculpamos", agregó.
El 20 de diciembre, Apple reconoció que el software del iPhone ralentiza algunos teléfonos con problemas de batería. La compañía señaló que la dificultad es que las baterías antiguas de litio entregan energía de manera desigual, lo que podría causar que los iPhones se apaguen inesperadamente para proteger sus delicados circuitos internos.
La revelación avivó un temor entre los consumidores de que Apple ralentiza deliberadamente los iPhone más antiguos para alentar a los clientes a comprar modelos más nuevos. Si bien no ha surgido evidencia creíble de que la empresa lleve a cabo una estrategia de este tipo, la situación agitó a las redes sociales.
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Debido a esto, Apple negó el jueves que haya hecho algo para acortar intencionalmente la vida de un producto.
Desde que se supo la noticia, se han presentado al menos ocho demandas en California, Nueva York e Illinois, alegando que la empresa estafó a los usuarios al desacelerar los dispositivos sin advertirles.