La reputación creciente de Argentina como un paria económico internacional por sus políticas ad hoc sobre la inversión extranjera y comercio está poniendo a prueba la paciencia de Brasil.

La relación estratégica de Brasil con Argentina se sostiene en su establecimiento del bloque comercial Mercosur en 1991, junto con Paraguay y Uruguay. Los dos también cooperan en materia nuclear y de defensa.

Argentina es tradicionalmente el primer mercado para la expansión empresarial de Brasil y Argentina compra un cuarto de las exportaciones industriales brasileñas. Con el fortalecimiento de la moneda brasileña, el real, frente al dólar, su vecino del sur ha crecido en importancia como mercado para sus exportaciones industriales, que han perdido competitividad en otros lugares.

Por el lado de Argentina, Brasil compra 80% de sus exportaciones de automóviles y el 65% de sus exportaciones de autopartes. La fuerte relación comercial proporciona la plataforma para que Brasil proyecte su poder regional.

“Brasil sabe que tiene un peso diferente en el mundo y que necesita socios en la región para mantener ese peso. Su socio principal es Argentina”, dijo Mauricio Tiberi, economista de Abeceb.com, una consultora que sigue el comercio regional.

Este comercio, sin embargo, se ha convertido en una fuente de tensión, con las exportaciones de Brasil hacia Argentina creciendo 55% el año pasado, resultando en un superávit con Argentina de casi US$6 mil millones en 2011. Cuando Argentina puso en marcha controles sobre las importaciones el año pasado, Brasil respondió con sus propias barreras. Las medidas retaliatorias mermaron el intercambio. En abril, las importaciones argentinas desde Brasil cayeron 23,2% en comparación con el año anterior, mientras que las exportaciones argentinas a Brasil cayeron 9,7%.

Las tensiones también han aumentado en el ámbito empresarial. La paulista JBS, la mayor empresa productora de carne del mundo, dijo este año que ya no estaba dispuesto a asumir pérdidas en Argentina, mientras que una inversión multimillonaria de Vale en un proyecto de potasio en Argentina está en duda a raíz de la nacionalización de la petrolera YPF.

Después de haber probado la confrontación, hay indicios de que Brasil intentará un enfoque más conciliador. Medios de comunicación brasileños informan que Brasilia está considerando la asistencia financiera a su vecino. “La realidad es que la relación con Argentina es fundamental, y Brasil no quiere poner en riesgo o intensificar los conflictos”, señaló Tiberi.

Sin embargo, las recientes medidas de Argentina están poniendo en peligro las ambiciones de Brasil, la nacionalización de YPF, por ejemplo, congeló una propuesta de acuerdo de libre comercio entre Mercosur y la UE.

Brasil intensificará la presión para persuadir a su vecino de no permitir que la política doméstica dañe los intereses regionales. “Hay un límite”, dice Eric Farnsworth, vicepresidente del Consejo de las Américas y la Sociedad de las Américas.

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