El risk-off que vivieron los mercados internacionales durante este mes le pegó a las bolsas de Latinoamérica en general, pero Buenos Aires sufrió un impacto especialmente duro.

Al cierre de la sesión de ayer, la gran mayoría de las principales plazas bursátiles de la región estaban por debajo del nivel en que finalizaron enero, con la bolsa argentina como la mayor perdedora durante la primera quincena del mes (ver gráfico).Medidas en dólares, el indicador que menos ha cedido en lo que va de febrero es el Bovespa brasileño, con una baja de 1,56%. El IPC mexicano, el IPSA chileno, el S&P BVL peruano y el Colcap colombiano, por su parte, acumulan caídas entre 2,53% y 2,96% en ese periodo. El Merval, en cambio, ha cedido un 6% desde el cierre de enero, superando por amplio margen la contracción de sus pares latinoamericanos.

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Las acciones argentinas siguen siendo una clase de activo de alto beta, explica desde Buenos Aires Jorge Viñas, head portfolio manager de Ad Cap Securities Argentina. Debido a este mayor nivel de riesgo, "suele sufrir muy fuerte" en los episodios de corrección.

A esto se suman los niveles de valorización en los que operaba la rueda trasandina, acota.

Según cifras de Bloomberg, el Merval fue el indicador latinoamericano que más creció en 2017 en dólares, con una rentabilidad de 51,49%. En enero, el éxito para el índice bonaerense continuó, con una apreciación de 10,22% en moneda estadounidense, superado sólo por el crecimiento de 15,35% del Bovespa en ese mismo periodo.

A nivel de flujos de inversionistas extranjeros, en lo que va del mes la bolsa trasandina ha visto la salida de US$5,2 millones a través del ETF Global X MSCI Argentina. En el vehículo iShares MSCI Argentina and Global Exposure ETF, por su parte, no ha habido movimiento en febrero.

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En esa línea, Viñas asegura que algo de toma de utilidades ha habido en el parqué bonaerense: "Estaba un poco sobre-extendido el movimiento".

A esto se suma el hecho de que Argentina es un mercado ilíquido y sin participación en índices benchmark internacionales, como el MSCI de mercados emergentes, acota Ricardo Fernández, portfolio manager del fondo de acciones argentinas de EuroAmerica.

El pánico vendedor provino desde el inversionista retail local, acota el portfolio manager. Es más, estima que los ADR de empresas argentinas llegaron a caer en promedio un 15% durante la corrección, mientras que los papeles en la bolsa local promediaron una baja de 30%.

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Desde el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por sus siglas en inglés), agregan que además de los movimientos típicos de mercado, Argentina tiene una peculiaridad que lo hace más vulnerable a la volatilidad: su divisa podría estar "materialmente sobrevalorada" con respecto a sus fundamentales, pese a una marcada caída de 14% en los últimos seis meses.

Esta característica convierte a Argentina y a Turquía en los mercados más vulnerables a la volatilidad y el alza de tasas entre los emergentes, dijo la entidad en un informe reciente.

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Desde Ad Cap, Viñas comparte el sentimiento, advirtiendo que uno de los mayores riesgos para la bolsa es que las tasas de interés en el mundo desarrollado vuelvan a tener un alza brusca, como lo que sucedió a principios de febrero. Pero si es que es gradual, la bolsa argentina podría seguir teniendo un desempeño sobresaliente, indica el ejecutivo.

En Euroamérica, Fernández comparte el optimismo: después de que el "gobierno populista" de Néstor Kirchner y Cristina Fernández golpeara los resultados de las compañías, se espera que este año las firmas trasandinas alcancen crecimientos reales de más de 30% en ventas y márgenes, lo que se traduciría en aumentos de utilidades de hasta 50%, beneficiando a los accionistas.