No hay primera sin segunda, y bien lo sabe Argentina en su nuevo intento por entrar al índice MSCI de mercados emergente y salir de la categoría frontera, en la que se encuentra desde 2009.

Hoy son cada vez más los expertos que auguran una recategorización del país vecino en junio, cuyo impedimento el año pasado fue la preocupación del gestor de índices de que las reformas del Presidente, Mauricio Macri, puedan mantenerse en el tiempo.

Y es que todo pareciera indicar de que las probabilidades de que el Merval mejore su posición han escalado en estos meses, donde el triunfo de la Casa Rosada en las parlamentarias de octubre, la aprobación de importantes transformaciones fiscales y laborales en el Congreso, la reforma al mercado de capitales y el ascenso de la bolsa trasandina (10,17% en lo que va del año en moneda local y 2% en dólares), son sólo algunos de los fundamentos a favor.

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Un informe elaborado por JPMorgan aseguró que en un regreso de Argentina a los emergentes, las estimaciones de ingresos serían superiores a US$5.500 millones en fondos pasivos y activos, debido a su peso potencial simulado en el MSCI EM de 0,43%, el año pasado, y de 0,64% actualmente.

"Creemos que las posibilidades de reclasificación son más altas este año", señala el documento y agrega que "esto sería un fuerte impulso para el mercado bursátil y actuaría como catalizador adicional".

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El impacto

Con todo, desde el mercado esperan que los papeles argentinos continúen beneficiándose en el tiempo, pese a la fuerte volatilidad internacional que se ha presentado las últimas semanas. La bolsa trasandina ha sido la más castigada de la región ante la corrección global.

"Obviamente que en el balance el impacto es positivo, porque Argentina tiene necesidades de financiamiento significativas y las tendrá durante varios años más, dado el nivel de déficit y el programa gradual de ajustes del mismo", dice a PULSO el economista de la consultora trasandina Ledesma, Gabriel Caamaño, quien asegura que la discusión empieza "de cuánto de un posible ingreso ya estaría incorporado en las expectativas".

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Sobre lo anterior, para el director de Eco Go y académico de la Maestría en Finanzas en la UTDT, Federico Furiase, "los precios locales ya tienen descontado el ingreso al MSCI, la noticia de shock en todo caso debería venir por una noticia de no ingreso", comenta.

Igualmente los expertos coinciden en que las condiciones para volver al club de los emergentes estarían dadas, considerando el capital político actual del gobierno y las señales que apuntan a una reducción del déficit fiscal desde el 3,9% del PIB actual.

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"Los flujos de capitales podrían intensificarse frente a los fondos que replican los índices y esto podría ser una buena noticia desde el lado de los mercados para un gobierno que tiene que financiar el gradualismo fiscal", señala Furiase.

Mientras tanto el desafío se mantiene, la economía de Macri deberá sostener el ritmo de crecimiento actual, en torno al 3%, al tiempo que el FMI le proyecta 2,5% para 2018 y 2019, reducir la inflación (otras de sus grandes piedras en el camino la actual administración), cuya meta para este año es de 15% y bajar el déficit al menos en un punto por año, por su puesto manteniendo la competitividad que tanto le ha costado recuperar.