Las últimas cifras dadas a conocer la semana pasada por el INE dieron cuenta de que en el período julio-septiembre, la tasa de desocupación registró un alza de 0,4 punto porcentual en doce meses y una baja de 0,1 pp. frente al trimestre móvil anterior, quedando en 6,8%. El organismo destacó que en doce meses, la desocupación aumentó debido a que el incremento de los ocupados (+1,0%) fue menor al crecimiento que anotó la fuerza de trabajo (+1,3%), lo que refleja una mayor presión en el mercado laboral.

A la hora de analizar las cifras, lo que sigue preocupando es que la precariedad del trabajo continúa en aumento. La última información del INE da cuenta de que en el alza de los ocupados en doce meses incidió de manera importante el incremento en la categoría de trabajadores por cuenta propia (+4,2%), donde influyeron básicamente los “Trabajadores de los servicios y vendedores de comercios y mercados que se desempeñaron mayoritariamente en la calle o vía pública”, según explicó el organismo. Se trata de una situación que evidencia que la desaceleración de la economía sí ha golpeado al empleo, ya que muchas de esas personas sencillamente no encontraron empleo formal y no vieron otra forma de subsistencia. Por tanto, el desafío debe seguir apuntando a crear un empleo de mejor calidad.