Cada vez son más los chilenos que usan sus tarjetas de crédito para realizar compras antes que hacer un avance en efectivo. Así lo reflejan cifras de la Superintendencia de Bancos (SBIF), a octubre de 2017 un 83% del total de los montos transados con estos plásticos -de la banca y cooperativas- corresponden a compras, mientras que sólo un 12% corresponden a avances en efectivo.

De hecho, los avances en efectivo sobre el total de montos de operaciones con tarjetas de crédito han disminuido de forma constante en los últimos cuatro años. Si en octubre de 2013 representaban el 17% del total de montos transados, para el mismo mes de 2017 llegaba alcanzaba un 12%.

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Pero cuando se trata de medir las compras con este tipo de plásticos, el fenómeno es inverso: han aumentado en 6 pp. en los últimos cuatro años, pasando desde el 77% al 83%.

¿A qué se debe el aumento en las compras y la baja en los avances en efectivo? Abraham Martínez, de Fitch Ratings, comenta que la reducción de la Tasa Máxima Convencional es una restricción para los avances en efectivo "dado que se trata de productos más riesgosos y de mayor saldo y plazo promedio".

Por su parte, Patricio Sandoval, gerente general de Mastercard, explica que esto se debe a varios factores, pero habría uno que tomaría más fuerza: un cambio importante en los consumidores, que ahora estarían usando de forma más frecuente las tarjetas de crédito y débito como medio de pago y financiamiento, es decir, ocurriría gracias a una modernización del sistema de medios de pagos

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"Con los esfuerzos de Multicaja, Transbank y BancoEstado hoy existe una expansión mucho mayor de establecimientos comerciales que aceptan tarjetas de crédito", comenta el ejecutivo.

Asimismo, explica que antes la tarjeta de crédito era utilizada sólo para realizar grandes gastos, como pagar viajes, mientras que para el resto se usaba efectivo. Luego se comenzó a aceptar plásticos en otras categorías, como supermercados y comercios grandes, y ahora el sistema de pago con tarjeta cada vez penetra más en el mercado. "Estamos entrando en un proceso en el cual la aceptación de medios de pago llega a sectores no tradicionales, como almacenes de barrio, entre otros", detalla. En ese sentido, comenta que mientras el número de cajeros automáticos ha ido a la baja en el país, con los POS ha ocurrido totalmente lo contrario.

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En esa línea, el Banco Central advirtió en su último Informe de Estabilidad Financiera que en los últimos años se mantiene la marcada preferencia por la utilización de los medios de pago electrónicos. "La proporción de gastos pagados con tarjetas de crédito es 20,9% (5,3% en tarjetas no bancarias y 15,6% en tarjetas bancarias) y 13,2% en tarjetas de débito", afirma el ente rector en su informe.

De hecho, este mayor uso de la tarjeta de crédito también se ve reflejado en las cifras de la SBIF. "La historia reciente muestra que el número de tarjetas de crédito vigentes, es decir, que registran operaciones en cada mes, oscila entre el 32% y el 39% del total. Se aprecia que en los últimos años el volumen de transacciones con tarjetas de crédito ha ido en aumento, tanto en el número de las operaciones como en el monto", detalla el regulador.

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Respecto al monto por transacción promedio anual realizada con tarjetas de crédito, existe una disminución a nivel local, pasando desde los $57.900 que marcaba el país en 2013, a los $51.820 registrados en el año 2016. Por otro lado, a octubre de 2017 el promedio fue de $47.489.