La implosión del partido Democrático de centro izquierda en Italia ha dejado el campo libre para los potenciales primeros ministros a medida que el presidente Giorgio Napolitano sostuvo un día de negociaciones ayer, en un intento por formar un amplio gobierno de unidad.
Se espera que Napolitano nomine hoy a un primer ministro, y el favorito es Giuliano Amato, un ex primer ministro socialista. Amato, quien no es miembro del parlamento, es visto como un externo neutral capaz de poner fin a dos meses de atasco y lograr una coalición sin precedentes de los principales partidos políticos.
Pero aunque es respetado afuera, es recordado tristemente por los italianos por establecer un impuesto a los depósitos bancarios en 1992 en un fallido intento por mantener a la lira en el sistema monetario europeo.
Apenas la semana pasada Napolitano se preparaba para retirarse del cargo de presidente a sus 87 años, con el término de su mandato de siete años. El respetado ex comunista, uno de los pocos símbolos restantes de unidad nacional en Italia, se vio obligado a aceptar un segundo período luego de que los demócratas no lograran unirse en torno a un sucesor.
El presidente, que hizo pública su ira contra los políticos italianos en su discurso de inauguración, buscó ganar consenso para un nuevo gobierno ayer. Las expectativas de que tenga éxito en días ayudó a reducir los costos de endeudamiento de Italia a diez años por debajo del 4% a su menor nivel desde noviembre de 2010. El índice accionario de Milán cerró con un avance de 2,9%.
Los demócratas, el mayor grupo único en el parlamento pero sin el número para gobernar solo tras las elecciones inconclusas de febrero, buscó un terreno común en una reunión de su comité nacional tras pelear durante cinco rondas fallidas de votación el fin de semana pasada para intentar elegir a un nuevo jefe de estado.
Pier Luigi Bersani confirmó su renuncia como líder de los demócratas y dijo que las peleas internas habían destruido la unidad del partido. Giovanna Melandri, ex ministra demócrata dijo: "Cuando los huevos se rompen no se pueden volver a pegar, y los huevos se rompieron".
Matteo Renzi, alcalde liberal de Florencia y crítico de Bersani, ha emergido como favorito del partido para el rol de premier. Pero el partido evitó nombrar su opción para liderar el nuevo gobierno, votando simplemente por apoyar los esfuerzos de Napolitano.
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