Pese a que se mantiene como líder regional, Chile salió del top 10 del Índice de Libertad Económica que elabora Fraser Institute, quedando así en el lugar trece de la lista global. En el detalle, los retrocesos en el ranking se explicaron por las caídas que se dieron en el tamaño del Gobierno, sistema legal y derechos de propiedad, estabilidad de la moneda y regulación, siendo el ítem de libertad para el comercio internacional el único donde hubo una mejora. Por lo tanto, a nivel general la conclusión que se saca es que el país muestra un estancamiento, con pocas mejoras.

No estamos acá ante un ranking cualquiera, sino ante uno que entrega una potente señal respecto del clima que existe en los países para hacer negocios. Y dado que esta última medición se hizo con datos a 2014 y a la luz de los cambios que se han introducido desde ese año, los expertos advierten que el país podría seguir perdiendo terreno, por ejemplo, por efecto del aumento del gasto público y los mayores déficits fiscales. La manera en que se han abordado las reformas de la actual administración también podría tener un efecto en la siguiente medición.

Claramente es una mala noticia para el país, dado que el lugar que está cediendo Chile en libertad económica tendrá su contrapartida en un menor crecimiento.