Baker Hughes y General Electric firmaron este lunes un contrato con el Gobierno de Irak para procesar gas natural extraído junto con el crudo en dos yacimientos en el sur del país, dijo el Ministerio del Petróleo.
El plan fue anunciado por primera vez por GE en julio de 2017 y es parte de los esfuerzos de Irak para detener la quema de gas asociado con el petróleo para 2021. Irak continúa quemando parte de este gas porque carece de las instalaciones para procesarlo en combustible para el consumo local o para exportarlo.
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La quema de gas cuesta casi US$2.500 millones en ingresos perdidos para el Gobierno y sería suficiente para satisfacer la mayor parte de las necesidades de generación de energía basada en gas, según el Banco Mundial.
El contrato con Baker Hughes y GE contempla el procesamiento del gas en los yacimientos petroleros de Nassiriya y Al Gharraf.
Es el segundo contrato firmado por Irak para procesar el gas asociado con el petróleo, después de uno con la energética estadounidense Orion en enero.
Se prevé que la producción de gas asociado al petróleo de Irak aumente a medida que el país incremente su capacidad de producción de crudo.
El gabinete iraquí aprobó el domingo un plan para aumentar la capacidad de producción de crudo de la nación a 6,5 millones de barriles por día (bpd) para 2022, desde unos 5 millones de bpd ahora.
El país está produciendo actualmente alrededor de 4,4 millones de bpd, por debajo de su capacidad, en línea con un acuerdo entre la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), de 14 miembros, y otros exportadores, incluida Rusia, para limitar el suministro e impulsar los precios del petróleo.
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El Gobierno iraquí depende de las ventas de petróleo y gas para aproximadamente el 95% de sus ingresos.